04/20/2009 por Marcelo Paz Soldan
Sobre la poesía tarijeña contemporánea

Sobre la poesía tarijeña contemporánea

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Sobre la poesía tarijeña contemporánea
Por:Francisco Azuela *

Puntos comunes y disímiles de la escritura poética tarijeña
En noviembre de 2008, en Tarija, se efectuó un Encuentro Internacional de Escritores para el que el escritor mexicano residente en Bolivia redactó este texto que reproducimos a los pocos días de la efeméride chapaca.
Tarija es poseedora de una rica tradición cultural y siguen vivas muchas de estas sus costumbres. Todavía se escuchan voces de sus grandes espíritus y personajes envueltos en la leyenda. También es una región de muchas mentes lúcidas e inspirados poetas. Para hablar de la poesía tarijeña contemporánea es necesario y justo repasar los nombres de algunos vates que han dejado una estela lírica de vital importancia para las generaciones presentes y futuras.
Colgados de la última etapa del modernismo, con un marcado acento orientado hacia la comunicación del habitante de estas tierras con la naturaleza, se halla la llamada corriente “nativista”, de la cual la más prominente de las voces es la de Octavio Campero Echazú (1900-1970).
Como bien señaló en 1998 Carlos Castañón Barrientos, “fue un poeta del paisaje y de las gentes del sur boliviano”. Dedicó su literatura a la personalidad del campesino “chapaco”. Es autor del romancero Amancayas (1942):
Amancaya, amancayita
—lámpara de la alborada—
en tu cáliz una estrella
se ha quedado rezagada.

Óscar Alfaro (1921-1963), autor de La copla vivida, Bajo el sol de Tarija, Alfabeto de estrellas… Poeta reconocido por Franz Tamayo y del que Jorge Suárez dijo que “fue el más alto poeta para niños de habla castellana”. Fragmentos de su poema Viaje al pasado:
Desde adentro, desde adentro,
desde el fondo de un abismo,
viene corriendo a mi encuentro
un niño que soy yo mismo.

Édgar Ávila Echazú, narrador, poeta y pintor; autor de varios ensayos críticos y de antologías sobre la literatura boliviana, estudios de la cultura nacional y poemarios, entre los que se destacan Elegías, Prohibido barrer los parques en otoño y La nao. El códice de Tunupa, Quetzalcóatl Tunupa, Una música olvidada (relatos); Belinos, Cantar en las tinieblas y Ceniza del viento (novelas).
Con el pintor Óscar Pantoja y los poetas y escritores Sergio Suárez Figueroa, Carlos Franck y Fernando Medina Ferrada, fue uno de los primeros difusores en Bolivia del realismo mágico.
Roberto Echazú Navajas (1937-2007) es uno de los más grandes poetas contemporáneos de Bolivia. Autor de los poemarios: 1879 , Akirame, Provincia del corazón, Morada del olvido, La sal de la tierra, Gabriel Sebastián, Humberto Esteban, Camino y cal, Inscripciones, Umbrales; Memorias cercanas, memorias recurrentes; Cercas de soledad y Sobre las hojas del otoño.
Poeta de la soledad, escribió los mejores versos al final de su vida con una precisión de relojero, escuchando sólo el sonido del silencio; riguroso en la brevedad.
Contemporáneo de Alberto Guerra, Héctor Borda y Antonio “Soldado” Terán. Estudió en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Córdoba, Argentina, y en los años 60 fundó, junto con otros intelectuales en La Paz, la revista cultural Sísifo.
Jesús Urzagasti (1941), novelista y poeta. Es autor de las novelas Tirinea, En el país del silencio, De la ventana al parque, Los tejedores de la noche, Un verano con Marina San Gabriel, El último domingo de un caminante y Un hazmerreír en aprietos.
Publicó los libros de poesía Yerubia, La colina que da al mar azul y El Árbol de la Tribu, entre otros, y una obra en prosa titulada Cuaderno de Lilino. Algunos de sus poemas fueron incluidos en antologías de Aldo Pellegrini y Julio Ortega.
Edmundo Torrejón Jurado (1945), poeta, escritor, médico cirujano. Miembro y presidente de numerosas asociaciones literarias y científicas como el Instituto Científico-Cultural Siembra. Galardones literarios: Segundo Premio de Poesía: Universidad Nacional de La Plata (1963), Argentina; Primer Premio de Poesía: Concurso Latinoamericano de Poesía Fundación Givré, Buenos Aires. Primer Premio de Poesía: Concurso Internacional de Poesía 40 Años de Leonismo en el Uruguay (1991).
Obras publicadas de poesía: Alfa, Xanadú, El ritual de las huellas y Tertulia a tu blasón. Otras obras: La duda (ensayo), Historias sin tiempo (cuentos) y Presencia histórica de Tarija (ensayo histórico). Sus obras literarias han sido traducidas al francés e italiano, algunas de ellas con prólogos de Yolanda Bedregal, Julio de la Vega y Mariano Baptista Gumucio.
Marcelo Arduz Ruiz (1954 ), el tarijeño universal, poeta y escritor, diplomático de carrera, miembro de la Academia Boliviana de la Lengua. Autor de numerosos libros de poesía y receptor de premios nacionales e internacionales. De su obra se han ocupado importantes literatos, como Pedro Shimose, quien hizo justa valoración de su poemario La tierra en uno (Madrid 1985) y también le dedicó elogiosos comentarios en la prensa nacional.
En su poesía breve ligada al Zen y el haiku, Francovich lo considera el “máximo de la síntesis”. Ives de La Goublaye de Ménorval, representante de la UNESCO en Bolivia, escribió la presentación de su poemario Jiwasanaka (La Paz, 2000) con un interesante análisis.
El poeta Julio Barriga prologó su libro Ascensión de la lluvia con un extenso e importante análisis de la llamada poesía visual. Arduz juega bajo el arco iris, con la luna y las estrellas, las letras y las palabras; habla con los elementos de la naturaleza e interpreta el vuelo de las aves. Sus poemas se mueven caprichosamente como hojas en el viento, entre calendarios luni-solares y relojes de un tiempo nunca ido.
En la verde quietud del anochecer
entre campanas de penumbra y luz
tiemblan aún las flores bajo
un cielo transparente que se esfuma
en sombras de nostalgias dulces

Jorge Campero recibió dos veces el Premio Nacional de Poesía Yolanda Bredegal por sus poemarios: Musa en jeans descoloridos y Jaguar azul. Este último fue considerado uno de los diez mejores libros latinoamericanos presentados en la XII Feria Internacional del Libro de La Habana (Cuba) 2003.
Su poesía se caracteriza por un lenguaje libre y enteramente personal, su humorismo rebelde, despiadado y una poética que logra transfigurar y trascender la realidad por medio del erotismo y el mito. Campero fue director de la revista Camarada Máuser, codirector del periódico El Telégrafo y de la revista Siesta Nacional, y coeditor de la revista El cielo de las serpientes.
Publicó también los libros Promiscuas, A boca de jarro, Árbol eventual, Sumarium común sobre vivos, Corazón ardiente y Poeta sin pedigree.
* Escritor y narrador mexicano
Fuente: La Prensa