05/18/2012 por Marcelo Paz Soldan

Poesía Premiada: Historia con dobles nudos de Irina Soto-Mejía

El XIII Concurso de Poesía Comteco destacó esta obra como primera mención, categoría adultos.
HISTORIA CON DOBLES NUDOS
Por: Irina Soto-Mejía

Era verdad ahora lo sé
la madurez es como los cordones al desatarse:
hago un doble nudo y sigo caminando.
– M. Jali

I. introducción
Yo te inventé según lo que necesitaba,
podías ser: pies tibios, enredados en los míos;
dientes pequeños, dientes grandes, sonrisa.
Una margarita pequeña entre una multitud.
II. desarrollo
Te inventé sucesivamente,
en caminatas al parque,
en la lluvia de año nuevo,
en las sonrisas de los niños,
en canciones, fotografías y agua.
III. nudo
Te soñé en estos besos,
hoy, los únicos que recuerdo,
en pequeños golpes haciendo amor.
Te soñé -en te amo más-,
despacio y rápido,
hasta olvidar el invierno.
IV. doble nudo
Cuando te soñé e inventaba
me faltaron detalles: un lunar.
Algunas notas de música,
tus ronquidos en mi boca,
tus manos tocando mi alma.
Besarte mientras duermo:
cada noche que no he dormido a tu lado.
V. desenlace
No imaginé el gran detalle
de soñar con el amor eterno.
Tener sólo una certeza,
la más real,
la única:
Nuestras manos besándose,
y mi aliento dormido en tu espalda
mientras te amo tanto.
V. epílogo
Ya está
mi niñez
olor a buñuelos y a deseos,
a mar, a cobre viejo,
a cabeceos de insomnio,
y escuchar cuentos de niños.
Mi juventud
aroma a delirios
-desequilibrios-
tierra mojada por la lluvia
y escribir historias de viejos.
Mi vejez,
más placentera;
el olor de tus cabellos, enredados;
el dulce sabor de saberte
conmigo.
Mi infancia ya no me da miedo:
te encontré.
Escribo historias,
contigo.