01/07/2022 por Marcelo Paz Soldan

“Patiño y el conflicto del Chaco” de Raúl Rivero Adriázola

Rivero: El que no conoce su historia puede repetirla
Por: Geraldine Corrales Arandia

Patiño y el conflicto del Chaco, es la nueva obra de Raúl Rivero Adriázola que aborda temas relacionados a la guerra desde las acciones y visión de Simón I. Patiño. La obra de 310 páginas fue publicada con apoyo de la Fundación Patiño y, según el autor, busca “desvirtuar leyendas negras, acusaciones falsas” sobre el barón del estaño.
La obra recoge datos de las actividades de Patiño en el periodo entre 1921 y 1935.
“La idea surge primero por recuperar la figura de dos personajes que lamentablemente son víctimas de la leyenda negra de nuestra historia. Uno es (Daniel) Salamanca y el otro es Simón I. Patiño, y los dos personajes confluyen durante la época de la Guerra del Chaco, porque Salamanca era el presidente y Patiño manda varias cartas preocupado por el tema del Chaco, por la posibilidad de que haya guerra y, cuando estalla la guerra, manda una carta en la que le dice a Salamanca en qué puedo ayudar a mi país”, relató el autor.
Rivero detalló que, a través de la comunicación entre ambos personajes, surge “una relación muy interesante”, ya que cuando se inicia la guerra del Chaco, Patiño dona aviones, armamento y se ocupa del precio del estaño para que favorezca a Bolivia.
“Es todo un trabajo que hace Patiño en favor de Bolivia, que nadie le reconoce. Pero si uno va un poco más atrás, encuentra que Patiño era muy querendón de su país a pesar de todo lo que le han acusado. Estuvo preocupado del tema incluso antes de la guerra y todo eso está en el libro con testimonios, con cartas, con documentos. Nada de lo que está aquí me he inventado y todo está respaldado. De tal manera que todas esas leyendas negras, acusaciones falsas se desvirtúan en esta obra”, afirmó.
Rivero adelantó que la obra, publicada por la editorial Nuevo Milenio, está relacionada de manera directa con su siguiente obra que abarca el gobierno de Salamanca y los pormenores de la guerra del Chaco.
“Este libro está cruzado con otra obra que ya la estoy revisando que es el gobierno de Salamanca, ése va a ser un libro de tres volúmenes, con más de 1.500 páginas, entonces entre ambas me han llevado más de tres años (de revisión documental)”, añadió.
El escritor señaló que la revisión se realizó en el Centro de Documentación Carlos Canelas de Los Tiempos.
El trabajo de Patiño
“Se ha peleado con los paraguayos porque él era embajador de Bolivia en Francia. Entonces ha hecho toda una campaña pro Bolivia en Europa, entonces es un trabajo muy interesante”, señala como uno de los momentos de aporte de Patiño al país, antes del conflicto bélico.
Rivero también destacó la labor de Patiño al “recuperar Llallagua”, que en ese periodo era la mina mas grande de estaño y que estaba en manos chilenas.
“Otra cosa fantástica es que él ha recuperado Llallagua, la mina más grande de estaño, de manos chilenas. Durante nueve años, ha desarrollado toda una estrategia para recuperar Llallagua: los días lunes en ese lugar se izaba la bandera chilena y se entonaba el himno de Chile. Era territorio chileno dentro de Bolivia y Patiño lo recupera. Eso es una verdadera nacionalización”, señaló.
El autor comentó que la única guerra de largo aliento que no tuvo que imponer contribuciones para mantenerse fue la del Chaco, ya que todo el costo “se le ha cargado al estaño”.
Rivero reconoció que los temas históricos son dejados de lado en muchas ocasiones, por lo que consideró que no hay que limitarse a una sola versión de los hechos, sino más bien indagar y conocer más datos sobre un mismo hecho pasado.
“Es esa frase: el que no conoce su historia tiene el riesgo de repetirla. Entonces hay que conoce nuestra historia, pero no hay que quedarse en un solo punto, porque es un error que sucede. (En este caso) recurrí al origen, a las cartas generadas por ellos mismos”, dijo.
El libro contiene en los anexos las cartas que fueron enviadas entre Daniel Salamanca y Simón I. Patiño durante el periodo de la preguerra y también durante el conflicto bélico.

Fuente: Los Tiempos