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El lugar del cuerpo es todo eso. No sólo es novela, sino también vida pura. Esa vida pura a la que siempre le cerramos los ojos.

En El lugar del cuerpo (Alfaguara), el personaje principal es Elena, una anciana enferma que mira hacia atrás e intenta entender su vida antes de desaparecer. La mejor manera que encuentra de hacerlo, puesto que es escritora, es intentando escribir su vida, abordando algunos momentos que ella considera importantes. Por otro lado, con motivo de hacer su existencia menos triste, la protagonista se entrega a melancólicos enredos sexuales que son narrados con mucho detalle y naturalidad. Durante la novela, predomina la interioridad sentimental reflexiva de la protagonista. Esta amarga y bella novela indaga en el “dolor y la legitimidad del dolor”.

En fin, vuelven los de Alejandría y tenemos el placer de compartirla desde Ecdótica

Gilda ha dejado de llorar. Es el tercer trabajo que pierde éste semestre, no lo puede creer. Piensa que no es justa la vida con ella, acaba de escribir en la pared: “La vida es una cárcel con las puertas abiertas”.