11/15/2007 por Marcelo Paz Soldan
Narrativa y poesía en Bolivia: La escritura desde Santa Cruz de la Sierra. Parte 1/3

Narrativa y poesía en Bolivia: La escritura desde Santa Cruz de la Sierra. Parte 1/3

gary.jpg
Narrativa y poesía en Bolivia: La escritura desde Santa Cruz de la Sierra. Parte 1/3
Por: Claudia Bowles Olhagaray

En el último cuarto del siglo XX y los años que llevamos del S. XXI, la literatura boliviana, producida desde Santa Cruz de la Sierra, ha experimentado una serie de transformaciones con respecto a los registros literarios que antecedieron a este período. Lenguajes, temas, perspectivas, pero sobre todo actitudes frente a la escritura, hoy son radicalmente diferentes en los autores que vienen escribiendo desde el inicio de la década de los 80 o han empezado a hacerlo durante la misma, y continúan de manera sostenida desde entonces. Tan desmesuradamente como ha crecido la ciudad, dispersa y desencontrada de sí, así lo ha hecho su literatura. En esa fragmentación, real y simbólica, sin embargo, se pueden reconocer algunas constantes que vamos a proponer como claves para alcanzar una aproximación incluyente y abarcadora, pero que más allá de todo, logre “decir” a Santa Cruz, desde la ficción literaria y la sensibilidad del verso.
Hemos prescindido preliminarmente, de la necesidad de establecer una categoría ontológica, para nosotros exigencia académica importante, cual es la de definir, a priori, “lo cruceño”, (bajo el supuesto de que debería luego aparecer como rasgo pertinente de la escritura en cuestión). Y no sólo porque circunstancialmente esta categoría (en planos regionales y nacionales) de comprensión del mundo esté siendo realmente replanteada en las esferas sociopolíticas, sino por la relatividad de su valor a los fines interpretativos y de valoración de la poesía y la narrativa actual. Muy al contrario de lo que parece estar sucediendo en el resto del país, y en los planos ya aludidos, de hecho podemos decir que, Santa Cruz se ha convertido también en lo literario (como en lo productivo, social, industrial, etc.), en un espacio de convergencia, de encuentro, desde donde escritores de distintas procedencias, con diferentes estéticas y visiones del mundo, coinciden en residir aquí, hablar desde aquí, crear desde aquí.
Hemos prescindido también de ubicar a los creadores generacionalmente, no obstante existir un hito (ver más adelante) que ha demarcado territorios y delineado lenguajes en algunos de los autores incluidos en esta selección. Buscaremos, más bien, mencionar, los elementos afines o comunes que puedan vincularlos, siempre del orden de lo literario.
Antecedentes
Sobre los andamios, no siempre conscientes, de escritores de la vieja generación realista/costumbrista, (R. Otero Reiche, A. Flores, E. Finot, E. Kempff, escritores de la primera mitad del S. XX) y O. Barbery Justiniano o Manfredo Kempff, de los 70 y 80; con algunas evocaciones a los poetas nacionales de la primera mitad del S. XX (Cerruto, Mitre, incluso Camargo, etc.); sobre los vagos recuerdos de lecturas de escuela e infancia, así como también sobre la base de profundas y polémicas lecturas “escolares”, entre los que se encontraban desde Rulfo hasta Borges o Cortázar, el obligado García Márquez, el muy apreciado Neruda; y, por supuesto, con algunos acercamientos hacia la interminable literatura universal, durante la década del ochenta se fueron perfilando los rasgos de los grupos que en los noventa consolidarían una generación distinta; luego se sumarían nuevas presencias que derivarían en innumerables posibilidades temáticas y formales. Nuevas maneras de hacer y pensar a la literatura se abrieron espacio y cobraron forma en textos, temas, géneros, estilos nunca antes abordados en esta región. Hoy podemos decir que existen más de una voz o un registro: una poética de la multiplicidad, coherente y consecuente con la dispersión urbana que nos caracteriza, una poética que refracta a las múltiples nacionalidades y se expande a partir del entrecruzamiento de ellas. Este desencuentro que subyace a un fragmento (región) de esta sociedad que busca definirse a sí misma, es uno de los motivos que alimentan la producción literaria actual.
Hacia fines del S. XX y principios del XXI, en vez de un previsible ocaso del que mucho se hablaba, se llegó a un auténtico reencuentro con la palabra. Para muchos la sospecha era, cuando nos aproximábamos al fin del milenio, de que ‘en los años que nos quedaban por vivir’, la literatura no gozaría de buena salud. Pero no ha sido así en estas llanuras. La literatura cruceña se encuentra en un momento especial, en el que años de apertura, libertad y – sobre todo- compromiso con la palabra, han dado lugar al nacimiento de varias texturas discursivas, que sin duda re-dibujan a Santa Cruz y al cruceño.
(Fuente: Revista PROA)