12/09/2009 por Marcelo Paz Soldan
Extramo de Felipe Ugarte Mostajo

Extramo de Felipe Ugarte Mostajo

Extramo

El rocío del Sol
Por: Clider Gutierrez Aparicio

A continuación les dejamos con el prólogo del poemario Extramo de Felipe Ugarte Mostajo que será presentado este viernes en la ciudad de Sucre.

Nos volvemos inofensivos en el apetito de la carne… no hay dolor sin alegría, nacer para sufrir, vida eterna, esperanza ciega, amar lo que nos hace sufrir y necesitar de otro para existir, el envejecimiento de las uñas y el sentimiento de soledad, cargando el amor como una piedra, y en el fondo de la vida encontrarnos intentando recuperar nuestros corazones en los latidos que llenarán nuestras huecas almas… piel de zorro, piernas de chivo, cola de cabra, te haz amamantado con la leche de las ninfas; así haces los honores con tus cien labios nunca acabarás de beber la leche de sus senos, descenderás en el pozo que no tiene fondo, como un dios sufridor en busca de la erección perpetua hasta que la muerte bese tu boca, transitando los senderos salpicados de humedad en la garganta de dios, carnívoro voluptuoso en un bosque de amapolas te haz emborrachado con el vino de la melancolía que hace hervir la sangre, robusta tentación engendrada en la libido, impulso carnal, pócima afrodisíaca o acaso obstinación por coquetear a la muerte y desear enterrarte en el horror de la tumba y vivir desvinculado de su cuerpo, y después, ese deseo de llorar…inútil será morir y anhelar el frío de las piedras, parecer un muerto y estar a ciegas escondido en la sombra, mejor escuchar cantar a los gallos al amanecer, quizás nuestra eternidad dure esta noche… comediante, clarividente, idolatra o fingidor, Sátiro, vas cantando y bailando, convirtiendo el deseo en ríos, celebrando tu amor, mirándote en cristales de piedra, esperando ser vestido por seminal lluvia, intentando salvar al mundo, te sacias bebiendo cáliz, intercambiando polen enamorado, tus sentidos son un enjambre de abejas despidiendo perfumes sensuales para que no falte el rocío del Sol…
ESPERANZA
Quisiera detenerme en tus manos,
quiero nacer nuevamente
pegado a tu interminable muerte.
Somos dos sobrevivientes del amor.
En el fondo de la vida nos encontramos
intentando recuperar nuestros corazones
en los latidos que llenaran
nuestras huecas almas.
Amanece, atardece, anochece.
Y nosotros como cantos del alba,
esperando el renacimiento de un nuevo día,
prendidos a nuestras ramas maravillosas;
intentando salvar el mundo.

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Fuente: Ecdótica