05/09/2012 por Marcelo Paz Soldan
Entrevista a Rodrigo Hasbún

Entrevista a Rodrigo Hasbún


Entrevista a Rodrigo Hasbún (Cochabamba, 1981)
En “Nuevas referencias: retratos de nuevos autores hispanohablantes”
Por: Patricia Figueroa

Rodrigo Hasbún nació en Cochabamba, Bolivia, en 1981. Fue parte del proyecto Bogotá39 y la revista “Granta” lo seleccionó como uno de “los mejores narradores jóvenes en español”. Dos de sus textos han sido adaptados al cine, con guiones co-escritos por él. Vive en Ithaca, en el estado de Nueva York.
Los días más felices. Duomo, 2011.
El lugar del cuerpo. Municipalidad de Santa Cruz, 2007; Alfaguara, 2009, 2010.
Cinco. Gente Común, 2006, 2007.
Antologías personales
Últimas semanas y otros cuentos. Gente Común, 2009.
Familia y otros cuentos. Yerba Mala Cartonera, 2008.
El futuro. Sarita Cartonera, 2007.
Antologías
Zoetrope All-Story. The Latin American Issue. Diego Trelles Paz y Daniel Alarcón, eds. California, 2009.
De lengua me como un cuento: antología latinoamericana. Paola Tinoco, ed. Axial, 2009.
El futuro no es nuestro. Nueva narrativa latinoamericana. Diego Trelles Paz, ed. Pie de Página, 2008.
The best of young Spanish language novelists. Granta, 2010; Los mejores narradores jovenes en español. Duomo, 2010.
B39: antología de cuento latinoamericano. Guido Tamayo, ed. Ediciones B, 2007.
Guiones
Los Viejos. Dirigida por Martín Boulocq. Escrita por Rodrigo Hasbún y Martín Boulocq.
Rojo (Rojo, Amarillo, Verde). Dirigida por Martín Boulocq. Escrita por Rodrigo Hasbún y Martín Boulocq.
Háblame un poco de los últimos libros que has publicado.
Hace algunos meses salió Los días más felices, mi segundo libro de cuentos. Eso fue lo último que publiqué. Ni te menciono los libros anteriores, porque hace ya varios años que andan dando vueltas por ahí.
¿Has publicado en formato electrónico?
He publicado cuentos en varias revistas electrónicas, entre ellas “Suelta”, “Coroto”, “Otro cielo”, “Los noveles” y “Carátula”. El lugar del cuerpo, por otra parte, tiene edición digital.
– ¿Qué blogs, revistas electrónicas u otros sitios en internet recomendarías para descubrir a nuevos autores hispanohablantes?
Las revistas que acabo de mencionarte me parecen todas un muy buen lugar para leer a nuevos autores hispanoamericanos. Actualizan su contenido constantemente (con la excepción de “Los noveles”, que dejó de estar activa, aunque su archivo todavía puede consultarse) y, a menudo, publican textos notables de escritores ya conocidos o aún no.
– ¿Qué escritores han tenido influencia en tu obra?
Este tipo de preguntas siempre resultan un poco engañosas. A lo que uno parecería estar respondiendo es más bien a esto: ¿Desde dónde quieres ser leído (más allá de que lo merezcas o no)? En cualquier caso, yo prefiero hablar de escritores y cineastas y músicos a los que admiro, más que hablar de influencias, porque además esas son difíciles de ver en uno mismo y porque no te influyen necesariamente quienes más te interpelan y conmueven. Ojalá fuera así, ojalá leer a Coetzee, digamos, significara contagiarse de su rigor y de su mirada despiadada. Ojalá ver una y otra vez las pelis de Cassavetes significara impregnarse un poco de su vitalidad, de esa energía suya tan envidiable. A riesgo de que la lista se haga interminable, te menciono solo a alguna gente más: Herzog, los Dardenne y Mallick, Kafka y Beckett, Tóibín, McEwan y Oz, Kincaid y Didion, Pearl Jam y Radiohead.
– ¿Cuáles son tus referentes en la literatura iberoamericana?
Onetti y Rulfo. Borges. Fernando Pessoa y Gonçalo M. Tavares. Leila Guerriero. Los Bielkings, Los Ronisch, Los Prisioneros. Bolaño, Saer y Piglia. Lucrecia Martel.
– ¿Qué nuevos autores hispanohablantes recomendarías?
Ahora mismo te recomendaría a dos que acabo de leer y que me gustaron mucho. Uno es Esteban Mayorga, cuya novelita Vita Frunis me hizo reír como pocos libros antes. La otra es Inés Bortagaray. Prontos, listos, ya es una maravilla.
– ¿En qué estás trabajando ahora?
Estoy escribiendo algunos cuentos nuevos, mientras le voy dando vueltas a una nueva novela.
– ¿Cómo te gustaría que fueran las bibliotecas del futuro?
La biblioteca de Cornell, la universidad donde estudio, me parece en más de un modo una biblioteca del futuro. Lo que me interesa sobre todo es su lógica solidaria: si no tiene un libro, el paso siguiente es buscarlo en alguna de sus bibliotecas amigas. El tercer paso es buscarlo en una red aún mayor. Hasta ahora, en tres años, solo fallaron una vez en encontrar un libro que quería. Por otra parte, la biblioteca tiene un montón de material digitalizado, que uno puede descargarse o leer en línea, y está abierta todos los días hasta tarde, al igual que su cafetería. La verdad es que es difícil pedir mucho más. (El problema, por supuesto –un problema que nos lleva a otro más grande, quizá irresoluble– es que se trata de una biblioteca privada, de acceso restringido. Y eso la devuelve irremediablemente al pasado.)
Fuente: Blog de Nuevas referencias