04/25/2012 por Marcelo Paz Soldan
El mercado boliviano prefiere las obras de ficción

El mercado boliviano prefiere las obras de ficción


El mercado boliviano prefiere las obras de ficción
Por San­dra Arias

A pocas horas de conmemorar el Día Internacional del Libro [ya celebrado el 23 de abril], tres editoriales bolivianas coinciden en señalar que el lector boliviano prefiere cuentos y novelas cuando de comprar libros se trata. Sin embargo, se percibe también un reciente interés en libros de historia.
Los representantes de Plural editores, Gente Común y Nuevo Milenio también concuerdan en que el mercado no es amplio, pero existe.
Bernardo Quiroga, de Plural, señala que la característica de la editorial es la publicación de ensayos y tienen buen nivel de ventas; sin embargo, los libros que más se venden son los clásicos o long sellers como Felipe Delgado y otras obras de Jaime Saenz, también Los deshabitados de Marcelo Quiroga Santa Cruz.
Marcelo Paz Soldán, de Nuevo Milenio, dice que el fuerte de su editorial es la ficción porque los géneros que más publican son novela y cuento y muy poco de otros géneros, aunque para este año alistan el ensayo multimedia de Luis H. Antezana sobre Adela Zamudio.
En cuanto a las obras más vendidas cita Norte, de Edmundo Paz Soldán, de la que cuenta que llegaron a venderse 1.000 ejemplares, algo poco usual en el mercado boliviano, y también la compilación de crónicas Bolivia a toda costa, de varios autores bolivianos, ambos editados en 2011.
Paz Soldán hace una puntualización y señala que el consumo de libros es escaso durante el año y solo se activa entre mayo, cuando comienza la feria del libro cruceña, y octubre con la feria del libro cochabambina. “El 80 a 90 por ciento del consumo de ficción está en el eje troncal”, dice y añade que la estrategia de su casa editora es cuidar la calidad antes que la cantidad. “Publicamos de cuatro a seis títulos al año, eso nos permite competir porque podemos tomarnos hasta dos años con un libro pero es para ofrecer calidad”, dice.
Otra editora que trabaja casi exclusivamente con ficción es Gente Común aunque también publica algunos ensayos. Su gerente, Marcel Ramírez, dice que el género que más busca su público es cuento. Entre sus mayores ventas señala las obras de Adolfo Cárdenas, de Juan Pablo Piñeiro o Willy Camacho, entre otros.
Respecto al consumo de libros, sobre todo en el caso de autores nacionales, Ramírez comenta que todavía es difícil posicionar a un autor local en la mente del público. “Nuestros íconos siguen siendo autores extranjeros, no lo digo como crítica, sino como un hecho evidente, y es que ahí falta el apoyo de los medios”, señala.

Otros géneros

Aunque la ficción acapare el gusto del público, hay algunos temas requeridos, entre ellos están la historia, la política y hasta la cocina.
“No sé de qué dependerá, pero también hay mucho interés en libros de historia”, dice Quiroga y menciona entre los títulos más vendidos a La negociación de Charaña de Ramiro Prudencio Lizón, a El general y sus presidentes de Robert Brockman (que ya está en su tercera edición), Historia de guerra de guerrillas de Danielle Demelas o a Diario de un combatiente de la independencia, del “Tambor” Vargas.
Los libros de política también tienen mercado, dice Quiroga y entre los más exitosos señala el libro del que fuera mentor del presidente Evo Morales, Filemón Escobar, que escribió El Evangelio es la encarnación de los derechos humanos; también a Las máscaras del fascismo, de Juan Claudio Lechín, en el que el autor compara a Morales con Adolfo Hitler, Benito Mussolini y el dictador español Francisco Franco.
En cocina, Paz Soldán dice que Platos y buen gusto, de Lucy Ávila, alcanzó un nivel de ventas récord.

El menos vendido

Sobre el género menos vendido, nuevamente hay coincidencia al señalar a la poesía. Quiroga señala que Plural tiene casi 200 títulos de poesía que se venden “a cuenta gotas”; pero aclara que la editorial es un referente en ese género puesto que tiene “un compromiso ético, por así decirlo”, no solo con la poesía, sino con la difusión de la producción de pensamiento. Y es que Plural forma parte de la Alianza Internacional de Editores Independientes, una organización que lucha contra el monopolio de las grandes editoriales que determinan que “si no se vende, no se publica”. “Es nuestra misión balancear eso”, explica.
Ramírez dice que la poesía tiene un pequeño público selecto, que es casi el mismo de siempre y coincide con Quiroga en que eso es algo que no ocurre solo en Bolivia, sino que se trata de un fenómeno mundial.
Puede que el panorama no sea tan prometedor, pero las editoriales siguen apostando como lo ilustra Ramírez al decir: “Creemos que el libro tiene merca do en Bolivia, por eso seguimos en esto”.
Fuente: Los Tiempos