Por Marcelo Paz Soldán
Al igual que en Bestiario de Julio Cortázar o El libro de los seres imaginarios de Jorge Luis Borges, Bestiario de Suralia nos lleva a un mundo donde la ficción cobra vida y, además, en esta ocasión, gracias a imágenes. Yuri Soria-Galvarro y Marcelo Paredes construyen una dimensión paralela en la que criaturas extraordinarias y paisajes imposibles coexisten con elementos de la vida diaria, desdibujando los límites entre la realidad y la fantasía.
Las ilustraciones de Marcelo Paredes aportan un significado al texto escrito por Yuri Soria-Galvarro, creando un diálogo entre lo visual y las palabras. El lector se sumerge en una experiencia de intermedialidad, en la que la palabra escrita y la imagen se complementan para ofrecer al lector una experiencia más rica y compleja. Es posible que el lector se enfrente al reto de ver la imagen de Marcelo y elaborar su propia interpretación—lo cual es válido—o leer el texto de Yuri e imaginar un mundo diferente.
Poseo una hermosa edición de Alice’s Adventures in Wonderland [Scholastic, 2014], esa magnífica novela de Lewis Carroll, y la he leído acompañada de las imágenes de John Tenniel que adornan mi libro. Tengo una imagen de Alicia gracias a esas ilustraciones, así como cuando habla y dice: —“Curiouser and curiouser!”—, algo similar a la Menina del bosque de Yuri y Marcelo. En el libro, ellos la describen así:
Menina típicamente sureña que porta la nostalgia de la lluvia. En su linaje de viento de trueno repica cada tanto y desata su furia de azote. Cuando camina se escucha el follaje silvestre de árboles centenarios y el crepitar del micelio que revienta junto a los líquenes. Al salir el sol sus ojos son verdes y su alma se transforma en una pradera florecida.
El libro se compone de textos breves y sugerentes, donde cada relato es una ventana a una criatura, un lugar o una situación única. Este formato fragmentado recuerda al estilo de Cortázar, donde el lector interpreta libremente y conecta las piezas del rompecabezas que es Suralia, creando un mapa de significados propios.
Las bestias y escenarios surreales de Suralia no sólo son muestras de una imaginación desbordante, sino que también funcionan como metáforas para explorar temas profundos como la identidad, el miedo, el deseo y la soledad. Los personajes y criaturas simbolizan aspectos de la condición humana, lo que permite una lectura más introspectiva.
Fuente: Editorial Nuevo Milenio