04/01/2009 por Marcelo Paz Soldan
Descifrando Enigmas de la esfinge de Rosse Marie Caballero

Descifrando Enigmas de la esfinge de Rosse Marie Caballero

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Un intento por descifrar “Enigmas de la esfinge” de Rosse Marie Caballero
Por: Mara L. García, PhD.Professor of Spanish American Literature

La escritora boliviana Rosse Marie Caballero Vega en el 2006 publica “Enigmas de la esfinge”[1], cuento con el que obtuvo el primer premio en el Concurso Departamental de Cuento “Comteco Orgullosamente Nuestro”.
Al empezar la lectura, entramos en un espacio/tablero de ajedrez, donde se va a suscitar un encuentro bélico entre “Él” (al mando de las piezas negras) y “Ella” (en poder de las piezas blancas). A simple vista, parece que se tratara de un juego, en donde ambos contrincantes están a punto de iniciar una partida de ajedrez: “Con parsimonia selecciona las piezas. Sorteo, invocación del azar, ¿qué es la suerte? ¿Enigmas por descifrar? ¿Blancas o negras?—,” (1). Muy pronto el juego deja de ser tal, para transportarnos a un espacio donde el escenario/tablero, es nada menos que el ámbito de la vida real. Según la óptica de Johan Huizinga: “En cuanto se traspasan las reglas se deshace el mundo del juego” (24)[2]. Se mantienen las características que designan al juego como la tensión y la incertidumbre, sin embargo se han quebrantado las reglas y los límites del espacio han quedado anuladas. Para que sea un enfrentamiento “se tiene que jugar dentro de determinados límites de tiempo y espacio…el juego oprime y libera, el juego arrebata, electriza, hechiza” (Huizinga 22-23). Pronto aprendemos que no se trata de una distracción, sino de la vida real textual de los personajes. Rosse Marie Caballero se vale de acertijos para atrapar a los lectores en un laberinto al estilo de Borges; para que éstos puedan sentir la frustración y desesperación de la protagonista “Ella”. Se presenta una lucha interior en el sujeto femenino, el cual experimenta desdoblamiento y fragmentación; al mismo tiempo que lucha por vencer la partida y no caer rendido ante “Él”, “un don Juan del siglo XXI”, “El Conde”, “El Duque” y como se lee en el relato, esto es una “Dura jornada. La prosaica escribe admoniciones. Instrucciones para no amar y no morir en el intento.” (4)
La obra se centra en la lucha que entabla “Ella”: la prosaica, la poeta, la fuerte, la débil o la multitud de voces: “Y viene la castradora. Me mira con esa mirada suya inquisidora. ¡Soy una multitud! ¿Cuál eres? ¿Cuál de la maldita multitud? ¿ A quién debo creerle?” (6). Se produce una fragmentación en el sujeto femenino donde no se sabe quién es quién ya que la voz de la una se interrumpe con ecos de otras voces. Como lectores tratamos de resolver el enigma que nos entrega la autora quedando atrapados dentro del rompecabezas con el compromiso de seguir jugando/pensando para lograr descubrir la multiplicidad de voces: “¿Seré yo?, ¿será ella? ¿quién es quién? ¿Seremos acaso un mismo espíritu fragmentado en dos cuerpos? ¿Seremos acaso sólo dos? ¿solas dos? ¿Seremos miles habitadas por el mismo espíritu?” (12) o el propósito del enigma/cuento. “Ella”, sin nombre, un sujeto innominado, representa a las mujeres y cualquiera de las voces femeninas puede, fácilmente, identificarse con cualquier mujer.
Palabras y frases como azar, jugador, jaque mate, jaque mate loco, reina, tres caballo rey entre otras, ayudan para que los lectores piensen que están en un juego de ajedrez donde resultará un vencedor y un perdedor. La mención al juego de ajedrez es importante porque crea la ambigüedad en texto, los lectores vacilamos y no sabemos si es la realidad o el juego. Sabemos que el resultado ha sido un empate y han quedado tablas y que el juego/lucha continúa. Las reglas del juego también se aplican a la vida real con la diferencia que el juego se opone a lo serio y como lo apunta Huizinga: “El juego no es la vida ‘corriente’ o la vida ‘propiamente dicha’. Más bien consiste en escaparse de ella a una esfera temporera de actividad que posee su tendencia propia (20)
Desde el título del cuento, los receptores están conscientes que la lectura de “Enigmas de la esfinge” requiere una leída comprometida y detenida. La esfinge representa a la escritora poeta interior, que no se aleja de la autora real. Ella nos entrega un cuento/acertijo para descifrar. Desde que iniciamos la lectura quedamos atrapados en la historia con un llamado a resolver el enigma, al mismo tiempo que la sonrisa implícita de la autora nos invita a seguir leyendo o a dejar la lectura. Rosse Marie Caballero nos hace entrar en el juego laberíntico, no sin antes advertirnos que la mano del jugador es la que gobierna el sino.
Luego en el exordio se hace referencia al ajedrez, un tipo de juego que está relacionado con el conocimiento y el buen uso del intelecto. Pronto descubrimos que no se trata de una partida simple, ni de una leída sencilla, al contrario, entramos en un espacio complejo donde se activa la mente y la imaginación de los leyentes.
El cuento está construido con algunos encabezamientos formados por números y letras dando como resultado una serie de posibilidades. Las cifras y las letras se mueven a lo largo de las introducciones como si tuvieran autonomía. Otras veces éstos se repiten formando dobles o espejos de los mismos concluyendo en (11045), una cifra atrapada por el paréntesis y el cero encerrado por el 11 y el 45, mostrando en forma visual que ambos contrincantes no tienen alternativas. Otro aspecto importante para resaltar es el “0”, cifra que por si sola no posee un valor propio, al mismo tiempo es una clave o un signo. La proliferación del cero corrobora la nulidad de los sujetos en el cuento
Los encabezamientos no sólo son reflejos de los dobles que se encuentran contenidos en el poema. La duplicación también se encuentra en las palabras que utiliza la autora interior para construir el cuento ante los ojos de los lectores. El uso de quiasmos y vocablos que reflejan dobles como: espejo, agua, dobles, narciso etc. Indican que dentro de la protagonista “Ella”, se está produciendo una división de personalidades que están luchando por enfrentar y vencer a “El”: “Iremos las dos, o las tres, o todas”.
Otro aspecto que se refleja en el cuento es la proliferación de las oposiciones binarias a través de la antítesis: cuerpo/alma, blancas,/negras, fuerte/débil etc. para mostrar la rivalidad y el enfrentamiento. Asimismo, “El” es el causante que ocurra la fragmentación y falta de identidad en el sujeto femenino. Llega un momento en que la confusión aumenta ya que tanto la prosaica como la poeta aceptan al varón: “la prosaica lo acepta pero la poeta lo rechaza. La poeta lo acepta, la prosaica lo rechaza” (8). Esta fusión de ambas, sumisa y rebelde, deja pensando a los leyentes ya que nuevamente quedamos enredados en la confusión de los sentimientos que proyectan las voces femeninas. El final no se concluye y la autora nos entrega un final abierto invitando a los lectores a presenciar una próxima jugada/enfrentamiento de Él y Ella.
“Enigmas de la esfinge” es un acertijo que los espectadores intentan descifrar. Entramos con la idea de presenciar un juego, pero a medida que avanzamos la lectura; nos damos cuenta que éste ha trascendido los límites y nos toca ver la realidad de seres humanos. La autora hace un llamado a los receptores a una reflexión profunda sobre la posición de la mujer en relación al varón. Rosse María Caballero nos entrega un enigma/rompecabezas/acertijo para hacernos pensar y meditar sobre la relación hombre/mujer. Éstas no requieren de un razonamiento como en el juego de ajedrez o al descifrar los acertijos de la esfinge. Para lograr la estabilidad y la felicidad del hombre y la mujer, no se necesita de una batalla a muerte o de jaque mates locos. Es el momento de valorar y respetar las capacidades tanto del hombre, como de la mujer y empezar a tratarse como sujetos pensantes sin diferencias ni discriminación.
Notas:
[1] https://ecdotica.com/biblioteca/enigmas{1daedd86537fb5bc01a5fe884271206752b0e0bdf171817e8dc59a40b1d3ea59}20de{1daedd86537fb5bc01a5fe884271206752b0e0bdf171817e8dc59a40b1d3ea59}20la{1daedd86537fb5bc01a5fe884271206752b0e0bdf171817e8dc59a40b1d3ea59}20esfinge.pdf
[2] Huizinga, Johan. Homo Ludens. Buenos Aires: Emecé Editores, 1999.
Acerca de la Autora:
Department of Spanish & Portuguese
Brigham Young University
3150 Joseph F. Smith Building Provo, Utah 84 602
(801)422-3106 E-mail Mara_Garcia@byu.edu
http://spanport.byu.edu/instituto_Vallejiano/index.html
http://spanport.byu.edu/faculty/GarciaM/new/entrar.htm
Fuente: Ecdótica