11/06/2008 por Marcelo Paz Soldan
Cuento finalista del Concurso Nacional de Cuento "Adela Zamudio" organizado por la H.A.M. de Cochabamba (inédito) en la biblioteca

Cuento finalista del Concurso Nacional de Cuento "Adela Zamudio" organizado por la H.A.M. de Cochabamba (inédito) en la biblioteca

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Los vagidos del gato (o tal vez gata)
Por Rosse Marie Caballero

(n. del e. Mucho se ha hablado sobre este cuento finalista del Concurso Nacional de Cuento “Adela Zamudio” organizado por la H.A.M. de Cochabamba, sin embargo, muy pocos lo habían leído –creemos que los miembros del jurado únicamente y alguno que otro allegado a la autora. También se comentó de él en Los Tiempos ya que en el momento en el que el Oficial Mayor de Cultura de la Alcaldía de Cochabamba, Gustavo Rodríguez, entregaba el cheque al ganador, las menciones, que se encontraban entre el público, reclamaron que no les dieron siquiera una diploma. Se ha comentado tanto sobre Los vagidos del gato (o tal vez gata) que su autora, Rosse Marie Caballero, a quien agradecemos por animarse a publicarlo en primicia con nosotros, jugaba con la idea de escribir un cuento en la que todos hablaban de algo que nunca había ocurrido, algo así como uno de los cuentos de Doce cuentos peregrinos de Gabriel García Máquez. Ahora se lo presentamos, para que lo baje, lo lea, lo comente, diga lo que quiere que es muy probable que su misma autora le responda en vivo y en directo. Bájelo de https://ecdotica.com/biblioteca/Los{1daedd86537fb5bc01a5fe884271206752b0e0bdf171817e8dc59a40b1d3ea59}20vagidos{1daedd86537fb5bc01a5fe884271206752b0e0bdf171817e8dc59a40b1d3ea59}20del{1daedd86537fb5bc01a5fe884271206752b0e0bdf171817e8dc59a40b1d3ea59}20gato.pdf)
La señorita Aguirre ha visto muchos inviernos pasar (y por supuesto primaveras) por el pellejo de la vieja higuera de su huerto. Ha visto cómo en el otoño la higuera se desnuda entera, como una mujer frente al espejo, y al final del invierno se vuelve a rehojar. Desde la atalaya de su ventana, la señorita Aguirre, ha visto también cruzar algunos gatos por el tejado de la casona vecina, sin distinguir si son machos o hembras, gatos o gatas; felinos, al fin, a la luz de la luna, tras de un nuevo acoplamiento. (Fragmento).
Fuente: Ecdótica