01/22/2008 por Marcelo Paz Soldan

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Cien años del nacimiento de Fernando Diez de Medina
Hace casi una semana se recordó el nacimiento del escritor Fernando Diez de Medina (La Paz, 14/01/1908– 21/09/1990). Miembro de la llamada Generación del Centenario, bautizada por él como ‘Generación de la fe’, pertenece a una dinastía de bolivianos ilustres, según comenta en un artículo publicado por El Deber, el escritor Pedro Shimose.
Desde el memorialista Tadeo Diez de Medina (siglo XVIII) hasta el periodista Raúl Diez de Medina (siglo XX), pasando por el historiador Lucio Diez de Medina, el arqueólogo Federico Diez de Medina y el diplomático e internacionalista Eduardo Diez de Medina –padre del escritor–, los Diez de Medina prestaron servicios distinguidos a la cultura boliviana.
Periodista, polemista, conferencista. Por espacio de más de sesenta años practicó el periodismo cotidiano o eventual. Fue reportero, crítico, redactor, columnista y editorialista en varios diarios de Bolivia. Emprendió numerosas campañas cívicas y de reforma social. Esta labor persistente no se puede evaluar porque en su mayor parte fue anónima y no está recogida en ningún libro.
Como polemista impugnó ideas de Papini, Toynbee, Madariaga, Assis de Chateaubriand, Menéndez Pidal, L.A. Sánchez, Arnade, Rodó y otros. En Bolivia refutó conceptos de Tamayo, Arguedas, Canelas, Céspedes, Espada, Arze Quiroga, aparte de muchas intervenciones periodísticas sobre temas políticos y literarios.
Dictó más de 50 conferencias, políticas unas, otras de carácter cultural, en las principales universidades y teatros del país, así como en Lima, Nueva York, Madrid, Génova, Roma y en entidades culturales. Algunas conferencias fueron dadas en las minas y las cinco que dictó sobre la reivindicación marítima de Bolivia, reproducidas en diarios y libros.
Publicaciones
Diez de Medina colaboró en muchos diarios y revistas de Francia, Italia, España, Estados Unidos, México, Cuba, Venezuela, Colombia, Ecuador, Argentina, Chile, Perú y Uruguay. Principalmente en “Cuadernos Hispanoamericanos” y “Mundo Hispánico” de Madrid; “Bolívar” y “El Tiempo” de Bogotá; “Cuadernos Americanos” de México; “Revista Nacional de Cultura” y “El Nacional” de Caracas; “Américas” de Washington; “Cuadernos” de París y con mayor asiduidad en “La Nación” y en “La Prensa” de Buenos Aires. Figura en más de 30 historias, diccionarios de literatura y antologías en diversos idiomas.
Su producción intelectual ha sido ampliamente comentada por escritores de prestigio y publicaciones en Europa y de las tres Américas. Las críticas a sus libros pasan de varios centenares en el país y el exterior.
Capítulos de sus libros se tradujeron al francés, italiano, alemán, inglés, danés y portugués.
En la política
De 1948 a 1951 fundó y dirigió el Grupo Cívico “Pachakuti”, que inspirado en ideas vernáculas, postuló una democracia responsable, la revolución integral y justicia económica para las mayorías postergadas.
Perteneció al Movimiento Nacionalista Revolucionario durante cinco años, como invitado en 1955 y fue expulsado “por desviacionismo” en 1960, por haber pedido amnistía general, freno a la violencia y la moralización del partido.
Sólo actuó durante cuatro años en las postrimerías del primer período de Paz Estenssoro, durante el gobierno de Siles Zuazo y otros cuatro años durante el gobierno del General Barrientos Ortuño.
“Fernando Diez de Medina es recordado y juzgado más por su agitada y controvertida actividad política que por su vasta, importante y dispar obra literaria. Entusiasta, fantasioso y audaz, su vida fue una sucesión de experiencias fallidas en oficios ajenos a la literatura”, dice Shimose, en el mencionado artículo.
Espoleado por un ambicioso proyecto vital, escribió 40 libros. Abarcó todos los géneros literarios posibles –desde el poema hasta el manifiesto polémico–, pero su fuerte fue el ensayo literario. Sus ensayos políticos son discursos moralizantes escritos con afectación y estilo sentencioso. Su crítica impresionista de la literatura boliviana se halla condensada en el libro Literatura boliviana (La Paz, 1953/Madrid, 1954), escribe Shimose.
Fuente: www.lostiempos.com