
Roberto Bolaño, enseñando a leer
Pero, me parece que no quería llegar a esto cuando empecé a escribir esta nota sobre Roberto Bolaño. Me parece que sí quería decir que Bolaño está poniendo las cosas en orden al decir que se debe leer y que no. Pero claro, decir algo así hubiera sonado muy pretencioso; hubiera sonado muy autoritario y por suerte Bolaño no tiene nada de eso; hubiera querido decir con mejores argumentos que Bolaño jugaba con los libros, que era un tipo que aún sentía pación por los libros que buscaba y leía. Que se asombraba cuando encontraba a un nuevo escritor que en muchos casos ya no era tan nuevo porque o era de su edad o estaba a punto de morir; pero en todo caso, él se permitía eso, descubrir, andar también en el proceso de lectura muy a tientas y sin miedo. Bolaño quizás nos deja eso. Que tanto para ser lector como para ser escritor se necesita de una sola cosa: valor.