01/28/2025 por Sergio León

Yerba Mala Cartonera, 19 años de producción alternativa en Bolivia

Por Denisse Rojas

Este 2025, el espacio literario boliviano está de fiesta. La editorial Yerba Mala, la primera editorial cartonera de Bolivia y la tercera de Sudamérica, celebra 19 años de difusión alternativa de la literatura latinoamericana con la publicación de las obras de los ganadores del II Concurso de Poesía ‘Emma Villazón’ y con concursos express para promociones de distintos libros realizados desde sus redes sociales.

Creada en El Alto en 2006 por iniciativa de los escritores Beto Cáceres, Darío Luna y el fallecido Crispín Portugal, Yerba Mala Cartonera nace como una propuesta que irrumpe creativamente en el espacio cultural boliviano para dar visibilidad a escritores emergentes.

“Nuestro objetivo principal fue siempre promover a escritores jóvenes, brindándoles una plataforma para insertarse en el panorama literario a través de la publicación de sus obras”, señala Roberto Oropeza, encargado de la editorial.

INICIOS Y LLEGADA A COCHABAMBA Los primeros seis años de la editorial transcurrieron en las ciudades de El Alto y La Paz de la mano de sus fundadores. Entre 2009 a 2013 la dirección pasó a las escritoras Lourdes Saavedra y Claudia Michel y entre 2013 a 2018, la misma estuvo conformada por Saavedra junto a los escritores Pablo Espinoza y María Gabriela Flores.

En 2019, Yerba Mala Cartonera traslada su sede a Cochabamba con Lourdes Saavedra a la cabeza y los poetas Roberto Oropeza y Jasmine Ortiz. Actualmente, la misma mantiene su vigencia en el departamento.

EDITORIAL ‘CARTONERA’ Las personificadas y llamativas portadas de cartón caracterizaron siempre la producción de Yerba Mala Cartonera. Las mismas son resultado de una evolución estética de años, que en principio eran sencillas pero bien cuidadas, con una foto y un título a color elaborado a mano. Más adelante, Lourdes Saavedra incluyó detalles como encajes, piedras de fantasía y dibujos para destacar las publicaciones.

Frente a todos estos cambios, lo que nunca se modificó fue el soporte estrella de tapas de cartón porque permitían abaratar costos de publicación y, por ende, las ventas.

“El cartón, más allá de lo estético, nos permite abaratar costos en la producción de libros. Aunque algunos nos han asociado con un discurso ecológico, no necesariamente nos alineamos con esa visión. Lo que sí nos importa es que estos costos reducidos hagan a nuestros libros accesibles, cumpliendo con otro de nuestros objetivos, democratizar la literatura, intentando llegar al mayor público posible”, señala el representante de la editorial.

UNA ALTERNATIVA ANTE LO CONVENCIONAL En 19 años Yerba Mala Cartonera logró mantener su constancia y presencia como editorial alternativa en el escenario local y sudamericano, organizando también concursos literarios anuales que derivan en el descubrimiento de escritores emergentes y la posterior publicación de su trabajo.

“No nos consideramos una editorial independiente porque, en Bolivia, prácticamente todas lo son. Preferimos ‘etiquetarnos’, si es que hay que hacerlo, como una editorial alternativa, una opción distinta frente a lo convencional y tendencioso”, afirma Oropeza.

Oropeza cuenta que la producción principal de la editorial incluye actualmente literatura de poesía, cuento y novela, pero que se tiene proyectado darle más espacio a la novela gráfica. Pese a no contar con un espacio físico de venta, su producción se encuentra en otras librerías de Cochabamba como Prólogo y Atenea, pero también a nivel internacional, llegando a Santiago de Chile, hito que tiene orgullosos a todo el equipo.

“Nuestro crecimiento ha sido variable con el tiempo. Hay periodos de estancamiento y otros en los que sentimos que vamos volando. Esto también viene de la mano, inevitablemente, del ciclo económico del país. En un contexto de recesión, hemos hecho lo posible por adaptarnos y mantenernos firmes”, manifiesta.

Según el encargado, la editorial prepara este 2025 un proyecto sorpresa junto a una escritora internacional que se dará a conocer muy pronto, además de la publicación de los poemas ganadores del concurso ‘Emma Villazón’.

“Yerba Mala no es solo una editorial, sino un eje integrador de actividades culturales. Aún no decidimos qué hacer para el 20 aniversario, podría ser una gran fiesta con quienes nos han acompañado a lo largo de este tiempo o quizás optar por el silencio, como quien piensa en una misión cumplida”, comparte.

Fuente: Opinión