“Vivencias poéticas” en 100 mil poetas por el cambio
Por: Javier Claure C.
(Texto de presentación del poemario “Vivencias poéticas”, desarrollado en la Sede Sensus en Estocolmo, Suecia, el pasado 30 de septiembre, del año.)
Buenas tardes a todos los presentes. Me llamo Javier Claure Covarrubias. Soy miembro del Liceo Poético de Benidorm (España) y participante, por tercer año consecutivo, en los actos culturales que realiza la agrupación 100 mil Poetas por el Cambio en Estocolmo.
A veces pienso si la literatura tiene sexo. Es decir, en qué medida influye, en un texto literario, el hecho de que una persona sea hombre o mujer. Desde ya, debo confesar que sería un pecado si los hombres escribiesen exactamente como las mujeres, o las mujeres escribiesen como los hombres. Por eso, me inclino a observar, digamos, no tanto las semejanzas; sino más bien las diferencias que existen cuando una mujer o un hombre escribe, por ejemplo, poesía como es el caso de hoy.
En esta ocasión me toca hacer una pequeña reseña de este libro titulado “Vivencias poéticas” que es un conjunto de 50 poemas, 25 por cada autor. Y es el fruto de un taller literario dirigido por el poeta, aquí presente, Mario Castro; en el cual participaron Yolanda Asama Gómez, nacida en Bilbao, País Vasco (España) en 1971, y Vetto Crespo nacido en Ecuador en 1964.
Es así que Yolanda y Vetto se lanzan al quehacer literario con poemas breves de corte coloquial e intimista escrito en verso libre, cuya temática gira principalmente en torno al amor, los recuerdos, la esperanza, el dolor, la nostalgia, los sufrimientos, la paz mundial etc. Por lo demás, penas y alegrías que aquejan al ser humano. Podríamos decir, entonces, que se mueven entre esos puntos cardinales que van guiando nuestro sendero por este mundo que nos ha tocado vivir.
También es preciso comprender algunos errores e incoherencias tomando en cuenta la hermenéutica de la poesía, pero sin que ello afecte en la totalidad de los poemas. Todas esas palabras salidas del universo interior de Yolanda y de Vetto cobran sentido en un diálogo con el yo poético que se va suscitando a través de indagaciones y recuerdos para desembocar en elementos que son la consecuencia directa de la vida. De este modo podemos vislumbrar, en este poemario, una puerta giratoria que nos conduce a diferentes direcciones. Además, la forma personal de expresión, de estos dos autores noveles, pone en juego una resonancia particular en los poemas, cuyos mensajes no son otra cosa, sino la confesión y desnudez de sus sentimientos. Por lo tanto, el lector experimenta una realidad palpitante de todas esas vivencias por las que atravesaron Yolanda y Vetto. En otras palabras, los elementos son convocados y confrontados con un lenguaje corriente que arde a lo largo de las páginas del libro. En este orden, Yolanda Asama escribe un poema dedicado a la mujer y dice:
Mujer
Creadora, guerrera
sílfide serena
consuelas a los vencidos
y aún mil veces ultrajada
disculpas y reparas
amas sin límite
pero ¡Ay de ti si enfureces
corred titanes!
no habrá cosecha que recoger.
Un poema que describe una dualidad injusta. Por un lado, se nota la imagen de la mujer como lo más bello y sublime del Planeta. Esa mujer que ama sin límites ni condiciones, pero que reconforta a los vencidos. Esa mujer que perdona, muchas veces, a su marido. Y que hace real ese refrán popular que dice “detrás de un gran hombre hay una gran mujer”. Por otro lado, se muestra la figuración de la mujer irracionalmente mil veces ultrajada. También se manifiesta a una mujer totalmente decidida porque cuando cierra su corazón “no hay cosecha que recoger”.
Otro poema de Yolanda titula “Mis hijos” y confiesa:
Mis hijos
Regalo de los dioses, del cielo y el mar
sólo hallo infinito amor y gratitud en vuestra mirada
vaivén de olas que me arrulla cuando os oigo leer un cuento
explosión de alegría al escuchar vuestras risas
mil lanzas se clavan en mi corazón si viese
una lágrima caer de vuestra mejilla …
Otra vez se hace alusión a la mujer como un regalo que cae del cielo acompañado de su maternidad. Y, en consecuencia, se convierte en la madre abnegada y guardiana de sus hijos. Cada madre independientemente si trabaja o no, si está sola o con su pareja, cuida meticulosamente y con mucho orgullo, el misterio de su creación. Por eso las madres son símbolo de caridad, de amor y de ese aire vivificante tan necesario para una familia.
Muchas veces nos preguntamos el porqué de las cosas que nos ocurren, el porqué de los acontecimientos a nuestro alrededor, o finalmente el porqué de los fenómenos naturales. En este sentido, Yolanda también se pregunta “Por qué” y relata lo siguiente:
Por qué
Cuéntame por qué no puedo tenerte entre mis brazos
dime por qué huyes de mi
cuéntame por qué estás triste y lánguido
arrastras tu congoja largo tiempo
invisible para otros y tan manifiesto para mi …
Es un poema inspirado en la persona amada, a la que nos aferramos como las raíces de un árbol en la tierra. Y cuando la perdemos, el mundo se nos viene abajo y la congoja nos ataca largo tiempo sin respetar al intelectual, al obrero o al campesino.
Por otra parte, Vetto Crespo también se inspira en la belleza femenina que hace suspirar a los hombres en todos los rincones del mundo. Pero lo enfoca desde una perspectiva distinta a la descrita anteriormente. Su poema titulado “Contornos de mujer” reza entre otras cosas:
Contornos de mujer
… Me martilla la finura de su cuerpo
el desdén de sus movimientos
cual gacela en pleno celo
mis ojos inquietos en su órbita
Mis pensamientos viajan por la arquitectura de su ser
buscando sediento la manzana de sus labios …
Poema de corte erótico que además es bien representado en la literatura universal. El tema del amor hacia la mujer siempre ha sido un enigma para los filósofos, los escritores y los poetas. Es decir, lo erótico siempre ha sido parte de la humanidad. La frontera entre lo permisible y lo prohibido se da cuando la finura del cuerpo de una mujer y sus movimientos sensuales, martilla la mente de un hombre. Entonces los pensamientos viajan por esa arquitectura delicada y placentera que enamora locamente a los varones.
Otro poema de Vetto expresa la ansiedad de que reine la Paz en la faz de la Tierra y reflexiona:
Paz
… ¿Dónde andarás?
raciocinio cabal del pensamiento
¿Dónde estás en este momento?
la muchedumbre hambrienta te necesita
y tu coqueta te escondes tras la callecita
Paz ¿cuándo llegarás? …
Sin lugar a dudas que a Vetto le preocupa este mundo convulsivo y cada día más darwinista. Más aún cuando precisamente, en estos momentos, existe dos chiflados en el mundo, Kim Jong-un de Corea del Norte y Donald Trump de los Estados Unidos, quienes quieren poner a prueba su capacidad nuclear. Pero en una guerra nuclear, la humanidad será la perdedora. Por este motivo, es lógico preguntarse refiriéndose a la Paz: ¿Dónde andarás?, ¿Dónde estás en este momento? , ¿Cuándo llegarás? Lo reclama la muchedumbre hambrienta, los desposeídos, los inocentes y gran parte de la humanidad. Nadie quiere la guerra. La Paz es una palabra clave en toda sociedad, y es el resultado de una profunda conciencia colectiva en la cual se manifiesta, implícitamente, que toda vida debe ser respetada como parte de los valores humanos. La Tierra necesita Paz sin hipocresía ni antifaz.
En el poema “Búsqueda”, Vetto cuestiona, quizá, sobre la situación de ser extranjero o exiliado en un país completamente diferente al suyo, y dice:
Búsqueda
… extraño me siento
minuto que pasa retumba en mi mente
preguntas exentas que me hacen ausente
Acaso estoy viviendo
un eterno escarmiento
¿Dónde estoy? ¿Quién soy yo?
Poema existencial que pone en alto relieve, ese sufrimiento de sentirse lejos del terruño donde uno ha nacido. En este caso, todo es raro: la comida, el idioma, las costumbres, las calles, los parques, las gentes etc. Entonces retumban los truenos, uno se hace millones de preguntas y vive con un pie en el país acogedor y el otro pie en el país de origen. El sujeto no está aquí ni allí. Y claro surgen las preguntas que incumben al género humano: ¿De dónde vengo?, ¿Dónde estoy?, ¿Quién soy yo? etc.
Pues bien, habiendo dicho todo esto; no me queda otra cosa de felicitarles por su
primer hijo literario. Entre todas las disciplinas literarias, la poesía es la más difícil. Por ello, el camino es largo, lento y arduo. No existen recetas ni fórmulas para escribir versos. Por esta razón, el poeta debe trabajar mucho con las palabras cuando algún hecho impactante remueve los cimientos de su alma poética. Pero también tengan por seguro que la poesía, como mencionaba el poeta español Gabriel Celaya, es un arma cargada de futuro.
Muchas gracias.
Fuente: Ecdótica