PIRATAS DE HOY
Por: Oso Mier
(Un excelente artículo sobre la piratería de libros impresos en Bolivia, para disfrutarlo y reflexionar)
Estimada doña Mirtita:
Disculpe que me dirija a usted sin papel sellado ni timbres de ley, para denunciar ante su autoridad, que hace años soy víctima de los piratas sin parche en el ojo ni sangre en la cara, que fotocopian mis libros y han hecho de que mis nietos ya no tomen leche.
Soy autor de catorce libros y anualmente recibía por la venta legal de los mismos una pequeña suma que ahora se ha reducido a la mínima expresión, hecho que ha determinado que a mis nietecitos que antes les decían los “ositos” por redondos y bonitos como su abuelo, les digan ahora los jipuris” porque la manga de desnutridos que tengo como descendientes, están una pena.
Todo porque mis libros, se venden, pero en el mercado negro. He sabido que esos delincuentes hasta tiene abogados y como a mi no me alcanza para contratar uno, es que directamente, doña Mirtha le pido que en calidad de Fiscal Adscrita tome libros en el asunto.
He sabido que no conoce el caso, pero si pide ayuda al Ministerio del Interior para que le preste los buzos y espías que tiene el gobierno, seguro que va a tener una amplia información sobre éste delito que está matando la literatura.
Lo triste doña Mirtha es que su autoridad no haya pasado nunca por el mercado negro del libro, por lo menos a comprar una novelita chuta y ahí, a lo mejor se anotaba un porto con la sociedad y actuaba de oficio, no solo prohibiendo que nos sigan robando, sino metiendo a la cárcel a esos analfabetos que viven de nuestras letras.
Le cuento que mi editor, ya no edita mis libros y los piratas lo venden al precio que se vendía antes, o sea que ni siquiera hay el argumento de decir “literatura al alcance de los pobres” a algún slogan demagógico como están de moda a nombre de socializar hasta los calcetines.
Por otro lado, no se preocupe por los que escribimos. Vamos a seguir haciéndolo, aunque las letras nunca superaron al fútbol y menos a la cerveza.
El día que falsifiquen cerveza, se cae el gobierno, mientras falsifiquen libros o discos, no pasa nada, limonada, pero no estaría por demás hacer cumplir las leyes.
No le adjunto uno de mis libros porque el único ejemplar que tengo, es uno chuto que compró mi sobrino donde los piratas cuando le pidieron en la escuela, donde debía enseñarse que lo robado no se compra porque es una forma de complicidad, pero los maestros tampoco saben de esas cosas.
Espero que con mano férrea y justa, reviva las épocas de la Inquisición y mande a la hoguera los libros chutos en defensa de la cultura de nuestro pueblo.
¡Que viva el carnaval!
* Autor de libros, deudor de Bancos, tiene a la venta “El Quijote” y “El Poema del Cid”, versión completa, con un poster de Sofía Loren de yapa.