Jóvenes con corazón de poeta
Dentro de la categoría de poemas del concurso organizado por la Mesa Departamental de Concertación por la Lectura y Escritura (MDC-LEE) y el diario EL DEBER participaron más de 300 obras de jóvenes entre los 12 y los 18 años. El jurado determinó que los ganadores fueran Paola Andrea Luna, Jorge Rodrigo Calero y Mariana Ferreira Ichazo.
A continuación publicamos sus trabajos:
Nosé
Autora: Paola Andrea Luna
Nosé si mis pensamientos
y mis sentimientos
tengan un lugar
entre la realidad y los sueños
Es igual que nosé
al mirar el cielo
si todo lo que tengo
permanecerá con el tiempo
Nosé si algún día
cambiará mi comportamiento
y si eso pasa sólo espero
que no sea tarde para dar remedio
Nosé si los resentimientos
y el mal sentir
se apoderaran de la gente
que más quiero
También nosé
si en un futuro
todo lo que viviré
me dará buenos frutos
O lo inmaterial que me han ofrecido
se quedara a pesar de los obstáculos
que puedan impedir sinceros deseos
Pero si así fuese
tal vez me dañara
por eso lo único que sé
cuando se cierra una puerta se abre otra
o cuando hay un final existe un comienzo
VEO
Autor: Jorge Rodrigo Calero
Veo tus ojos, potentes de fuego
cual si fueran estrellas del firmamento
que hacen de mi vida un juego
un juego peligroso
el cual presiento que me asesinará
que me destrozará en pedazos
que me destruirá y me desaparecerá
y de mí no quedará ni un trazo.
Veo tu rostro, y tu cabello volando al viento
como ave volando al infinito,
pero un volar calmado y lento
como un lánguido y parsimonioso rito.
Veo tu caminar remotamente,
tu figura reflejándose ante mi vista
distante, lejanamente
pero sincera y realista
dirigiéndote hacia mí
dejando a la luna opaca
por tus ojos de curucusí
y tu sonrisa formando una hamaca
en la cual descansarán mis penas
de la cual despertó el amor
de la cual fluyó en mis venas
la inspiración de trovador.
Llegas hasta mí y en tu cara albina
unas lágrimas aguadas de tristezas
sutiles, tenues, finas
recorren tu rostro
atiborrado de belleza.
Caigo en cuenta
porque vienes a mí
porque él te hizo llorar
por eso estás aquí
pero a mí no me ha de importar
y trataré de hacerte olvidar,
de que relegues ese desliz
de lograr tanta pasión de amar
y poderte hacer feliz.
Sin nombre
Autora: Mariana Ferreira
Está en medio de la nada.
No piensa, no habla,
sólo espera ahí sentada.
Lleva puesta una peluca,
su rostro maquillado,
altas botas de recluta
y cigarro en una mano.
La pobreza la detiene,
y por algo de dinero
a los hombres entretiene.
Invita en su empleo
a desnudar su humilde piel,
vender su cuerpo entero
y que le paguen por placer.
Mira su reloj,
ya es de madrugada.
Espera muchas horas
y no consigue nada.
Está preocupada,
no sabe qué hacer.
si no llegan clientes
no tendrá para comer.
Una lágrima negra
adorna sus ojos.
y el viento despeina
sus cabellos rojos.
Todo está tranquilo
el silencio se disputa.
De repente alguien grita:
¿Cuánto cobras, puta?
Levanta la mirada,
su mundo se ilumina,
y observa sonriente,
que al fin llegó un cliente.
Rápidamente,
la mujer sube al carro.
No piensa,
su cuerpo no le importa
solo piensa en su pago,
y en ganar otra derrota.
[Fuente: www.eldeber.com.bo]
10/29/2007 por Marcelo Paz Soldan