Paola Senseve: “Escribo para entender, para poder generar ideas sobre eso que me parece desconcertante”
Por: Melissa Guardia
Paola Rocío Senseve Tejada (1987, Cochabamba), escritora, poeta y activista feminista, fue anunciada ganadora del Premio Nacional de Poesía Yolanda Bedregal 2019 por la obra Codex Corpus el pasado 4 de noviembre. Su más reciente trabajo nace inspirado en su abuela, en cómo esta se estaba muriendo y no por enfermedad, de vejez. Vio en ella “la poesía infinita del cigarrito encendido en su mano”. Es así que esta mujer, “su ética inquebrantable, su casa impecable, el inigualable regalo que es mi madre”, según cuenta la poeta, se convirtió en la influencia para la materialización de este poemario.
Respecto a su trabajo, el acta del jurado del galardón -conformado por Sulma Montero, Óscar García, Adriana Lanza, Gabriel Chávez y Benjamín Chávez- valoró “el manejo pertinente del lenguaje en la construcción de la constelación poética desde la indagación femenina”. El premio tiene como objetivo fomentar y promover la creación literaria y la promoción de escritores bolivianos que viven en el país o que radican en otro. Este está dotado con 31.000 bolivianos para la edición e impresión de la obra. La entrega oficial de los galardones será en una gala el 22 de noviembre en el Centro Sinfónico de La Paz.
Senseve radica en la ciudad de Santa Cruz desde hace un par de años. Es escritora, gestora cultural y psicóloga egresada de la Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra (UPSA). Ha publicado obras como Vaginario (2008, La Hoguera), ganadora del II Premio Nacional de Escritores Nóveles de la Cámara del Libro y Petrobras; Soy dios (2011, La Hoguera), Premio Nacional de Literatura Santa Cruz; y Ego (2014, Ediciones Liliputienses, España).
La escritora habla sobre el proceso de creación de Códex Corpus y el movimiento feminista en la literatura boliviana.
– ¿De dónde surgen tus ideas para hacer el poemario?
De la idea de que mi abuela se estaba muriendo y no de enfermedad, de vejez. No sabía cómo lidiar con esa muerte que sucedía a diario en nuestras vidas, la de ella incluida, como un largo proceso. Escribía para entender eso que me tenía tan desorientada. Ahora que lo pienso, creo que me pasa con todo, que escribo para entender, para poder generar ideas sobre eso que me parece desconcertante, absurdo, codificado, encriptado.
– ¿Qué representa la mujer en Códex Corpus?
Las mujeres son los personajes de Codex Corpus, especialmente mi abuela y mi mamá. Las mujeres son la familia, el núcleo de la información transmitida de útero a útero. Las mujeres son una especie de tribu que protege y transmite la vida.
– ¿Qué buscas transmitir con Codex Corpus?
Qué difícil pregunta. Creo que no busco transmitir nada específico. Quizá existe lo que busqué entender, pero eso también se desdibuja en el instante en el que otra persona y su universo de subjetividades hacen la lectura.
– ¿Quién o quiénes han sido tu mayor influencia para realizar el poemario?
Probablemente mi abuela y la poesía infinita del cigarrito encendido en su mano. Mi abuela y su ética inquebrantable, su casa impecable, el inigualable regalo que es mi madre.
– ¿Por qué el nombre de Códex Corpus?
Tengo una obsesión con los títulos, algunos tardan mucho en aparecer, pero Códex Corpus siempre fue mi primera opción para estos poemas. Es un homenaje al Códex Seraphinianus, un libro maravilloso, ilustrado y escrito en un alfabeto sin sentido.
– ¿Qué significa para ti haber ganado el Premio Nacional de Poesía Yolanda Bedregal?
Dos cosas principalmente: una reafirmación de decisiones que a veces es necesario recordar aunque no tenga nada que ver con cuán buena o importante sea la obra presentada y por otro lado, las posibilidades económicas que brindan el premio.
– ¿Cuál es tu postura respecto al movimiento feminista en la literatura boliviana?
Creo que es muy importante que el feminismo ocupe todos los espacios posibles para subsanar errores históricos grandísimos, como la invisibilización sistemática de autoras entre otros, pero también para concebir formas nuevas y amplias de pensamiento y producción fuera de la rigidez machista que ha posicionado una inevitable mediocridad (por exclusión) en cada aspecto de nuestras vidas.
– ¿Consideras que hay más y mejores oportunidades (en nuestro contexto) para mujeres escritoras que antes?
Considero que sí hay más y mejores oportunidades debido al esfuerzo político de las mismas mujeres que toman decisiones de leer y publicar a otras mujeres como una postura, pero que todavía hay mucho ninguneo, mesas de debate y discusión académica y literaria que solo incluyen hombres, mayor número de publicaciones de autores que de autoras, mayor venta de libros escritos por hombres y más. Cabe decir también que el machismo en la literatura, como en todo, siempre viene de la mano del clasismo y racismo como bloques estructurales titánicos que cuesta desprogramar de las sociedades.
– ¿Qué opinas sobre la irrupción de editoriales dirigidas por mujeres como Dum Dum o Mantis?
Que justamente son parte de este esfuerzo político y sistemático a contracorriente de maravillosas mujeres que tomaron la decisión de publicar solo a escritoras y hacer un concurso de residencia para que ellas puedan escribir a contracorriente también, como es el caso del sello Mantis y de rescatar del “olvidadero” a otras autoras como Sara Gallardo y nuestra María Virginia Estenssoro con responsabilidad e investigación, caso Dum Dum. Ambas editoriales con propuestas de primera línea a nivel estético, literario y político, sin contar con el trabajo académico que realizan Giovanna Rivero, Luliana Colanzi y Magela Baudoin con los encuentros de narrativa y otras actividades más. Son mujeres pulpo. Invaluable.
Fuente: La Ramona