Novela “La chola y los mariscales” reivindica a las llamadas “rabonas”
Por: Redacción Central Los Tiempos
“Es una novela dedicada a la valentía de las mujeres que participaron de la Guerra de la Independencia y en las batallas de los primeros años de la República”, dijo ayer José Antonio Gil Quiroga (1949) sobre su novela La chola y los mariscales, cuya presentación está prevista para esta noche, a las 19:30, en El Campo.
Gil explicó que el denominativo de “rabonas”, dado a las mujeres que iban a la cola de la tropa, fue usado siempre de manera despectiva; pero en realidad el papel que cumplían era muy importante porque alimentaban y cuidaban de la tropa, “haciendo de enfermeras, madres, hermanas y amantes de los soldados e inclusive, en algún momento, llegaron a combatir. A pesar de esto, la historia las ha olvidado”. Es por eso que la novela busca reivindicarlas.
El autor cuenta que la novela gira en torno al personaje de doña Francisca del Valle, apodada “la Chola bandida”, que nació en Tarata y era hija de una mujer de pollera y de un cura español. Según la novela, doña Francisca se incorporó al ejército libertador cuando apenas tenía 13 años, en Lima.
Allí, un teniente del que se hizo su “rabona” le enseñó a leer y escribir, lo que le permitió poder escribir sus memorias. A partir de entonces comenzó a vincularse con los grandes generales de la época que luego llegaron a ser mariscales, de ahí el título de la obra. Entre esos personajes se cita a Andrés de Santa Cruz, Otto Felipe Braun o José Ballivián. También se narra su encuentro con Juana Azurduy.
Gil señala que la obra le demandó una investigación de aproximadamente dos años.
También señaló que el costo del libro será bastante accesible para tratar de evitar la piratería y estará disponible en ejemplares originales en el Correo, en Plural editores y en Los Amigos del Libro.
Gil es un militar en retiro y La chola y los mariscales es su cuarta obra. Antes publicó Con la llanta pinchada (2005); De amores y dictadores (2007) y Bajo la sombra de la verdad (2008).
Fuente: Los Tiempos