08/06/2009 por Marcelo Paz Soldan
Ministerios del miedo
Pero Homero Carvalho con La maquinaria de los secretos no ha escrito una novela policiaca. A ratos el lector puede dudar de si lo que está leyendo es una novela y no un rotundo y vibrante alegato fiscal que pone en la picota a la desvergüenza, el desprecio por los derechos más elementales ejercido por políticos sin escrúpulos que hacen de la burla del ciudadano un oficio y del detentar el poder su único objetivo.
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08/06/2009 por Marcelo Paz Soldan
La narración imposible: divagaciones sobre El lugar del cuerpo de Rodrigo Hasbún
La narración imposible: divagaciones sobre El lugar del cuerpo de Rodrigo Hasbún Por: PaBLo L …en realidad detesto los epígrafes, las citas gratuitas. La erudición es un disfraz de la mediocridad R. Hasbún. El lugar del cuerpo Acabo de terminar de leer la recién publicada novela de Rodrigo Hasbun: El lugar del cuerpo. Un no […]
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08/04/2009 por Marcelo Paz Soldan
Roberto Bolaño, enseñando a leer
Pero, me parece que no quería llegar a esto cuando empecé a escribir esta nota sobre Roberto Bolaño. Me parece que sí quería decir que Bolaño está poniendo las cosas en orden al decir que se debe leer y que no. Pero claro, decir algo así hubiera sonado muy pretencioso; hubiera sonado muy autoritario y por suerte Bolaño no tiene nada de eso; hubiera querido decir con mejores argumentos que Bolaño jugaba con los libros, que era un tipo que aún sentía pación por los libros que buscaba y leía. Que se asombraba cuando encontraba a un nuevo escritor que en muchos casos ya no era tan nuevo porque o era de su edad o estaba a punto de morir; pero en todo caso, él se permitía eso, descubrir, andar también en el proceso de lectura muy a tientas y sin miedo. Bolaño quizás nos deja eso. Que tanto para ser lector como para ser escritor se necesita de una sola cosa: valor.
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07/30/2009 por Marcelo Paz Soldan
En la diestra de Dios Padre de Tomás Carrasquilla en Cuento del mes
En agosto de 2009 Bartolomé Leal ha seleccionado un cuento del maestro Tomás Carrasquilla quien nació en 1858 en un pueblito de la provincia de Antioquia, Colombia. El maestro Carrasquilla conoció una notoriedad básicamente local. Su oficio era el de sastre y se definió como “viejo memorioso”.Un discreto elogio de Unamuno no tuvo mayor repercusión y así se mantuvo este autor: lejano y oscuro, siempre afable. No le interesaba la literatura en sí sino leer; y también escribir, lo que le hizo el depositario de un legado riquísimo: el castellano “paisa” de Medellín y alrededores, custodio del idioma colonial. El cuento que presentamos, de 1897, prefigura a García Márquez, quien ha reconocido su afecto por el autor. La cantidad de modismos no perturba la lectura y lo dota de una musicalidad que es privilegio de los grandes magos de nuestra lengua. Falleció en 1940.
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