Lo que podemos ser en nuestra tradición
Por: Gonzalo Lema
Buenas tardes para todo el público, a los colegas escritores y para el público aquí presente. Yo creo que se debe saber que antes que se instituyera éste premio, existía el premio Erick Guttentag. Pienso que es importante hacer referencia a aquello pues para recalcar ese esfuerzo enorme de don Werner Gutentag.
El premio aquel, claro, con el tiempo, desapareció, y ya no fue convocado y apareció éste premio nacional con la participación del Veciministerio de Cultura.
Atendiendo a la pregunta principal, yo creo que la narrativa boliviana se caracteriza fundamentalmente por su apego al hecho social y al hecho político del país. Yo creo que ahí debe su lealtad y eso puede parecer al mismo tiempo, una limitación porque el escritor boliviano debido a ese acompañamiento que se ha impuesto a si mismo de la historia política y social de nuestro país, muchas veces ha dejado de ficcionar en debida forma; a dejado de imaginar escenarios posibles para sentirse próximo a su país, a su pueblo.
Sin embargo, dentro de los libros publicados del premio nacional de novela, vemos que tal vez aquella tradición ha empezado a resquebrarse o tal vez se agoto. Muchas de las novelas de los autores aquí presentes han empezado a imaginar otros escenarios. Tienen otro tipo de preocupaciones, lo cuál no debería de ninguna manera preocuparnos ni entristecernos, porque de todas formas significa un enriquecimiento de la posibilidad de narrar que tienen los autores.
Me parece que antes era difícil imaginar una novela policial y ahora es perfectamente posible, los autores bolivianos lo están haciendo. La nueva generación mira esa trayectoria del campo a la ciudad desde otros ángulos. Así que es posible imaginar novelas y cuentos policiales, la justificación es los hombres en el universo derramados como cohetes o al mismo tiempo escritores bolivianos que inventan una realidad verbal.
Pero también en medio de éstas novelas están las otras que pertenecen a la tradición que comentaba como Potosi 1600, entonces debemos estar terminando una parte de la tradición de la literatura boliviana, de hacer ese testimonio sobre lo que hacemos los bolivianos cada siglo. Y al mismo tiempo debemos estar seguramente inaugurando un momento de libertad total del escritor boliviano, hecho por el cual no ha va a dejar de ser boliviano, es decir, que si se sumerge en temas antes clausurados, eso no le quita el rotulo de escritor boliviano.
Borges se había propuesto, vanamente decía él, primero ser argentino. Y con el tiempo se dio cuenta que eso era lo único cierto en su vida, que siempre fue argentino; aunque el primer libro lo publico en inglés; y aunque su mentalidad pertenecía más a esa tradición él era pues, argentino. Y también se había propuesto ser contemporáneo porque él pensaba que esa era la mejor forma de estar en el mundo. Y lo cierto es que lo único que podía ser era ser argentino y contemporáneo; poco importa, por lo tanto, lo que escribe un escritor. Él es boliviano y es contemporáneo. Se está, por lo tanto, inaugurando una nueva tradición en la literatura boliviana que desde mi punto de vista no esta mal. Gracias.
Fuente: Ecdótica