07/30/2025 por Marcelo Paz Soldan

«Lo que está en el mundo, bajo el cielo», escrito por Ricardo Torrejón

Presentación de «Lo que está en el mundo, bajo el cielo», escrito por Ricardo Torrejón

Diego Tirado Condoretty

Agradezco a Ricardo, a la Editorial Nuevo Milenio y a los colegas del Espacio Del Psicoanálisis Lacaniano Tarija por invitarme a este evento. Ha sido un gusto y un placer ponerme al trabajo con el libro que presentamos hoy. En lo personal, es muy grato acompañar a Ricardo en este momento, festejar con él la transformación de una tesis en un libro, considero que eso ya implica en sí mismo una mutación y un uso de la escritura sutilmente diferente, pero muy valioso por el alcance que puede tener y las resonancias que puede producir.

Un libro que, desde mi lectura, constituye un gran aporte a lo epistémico, clínico y político del Psicoanálisis de la Orientación Lacaniana. Aporta en lo epistémico porque es un recorrido minucioso por nociones que Lacan elaboró de una manera diferente, y el libro da cuenta de las razones para ello, de las disciplinas universitarias y los planteamientos de la ciencia de su época.

            Aporta en lo clínico porque ubica la dimensión operativa de las nociones de Discurso y Semblante para darles un uso específico en la práctica analítica, en sus palabras «Este seminario permite una reconsideración del síntoma articulado a la letra de goce, es decir, ya no un síntoma como portador de sentido, sino como aquello que excede a la palabra y deja una marca de goce».

            Y finalmente, en lo político es un aporte porque extrae en su lectura del seminario 18 una orientación, lo cito: «…Lacan plantea como política del Psicoanálisis al síntoma y es también donde la sabiduría china le permite pensar un uso de los semblantes para ubicar al psicoanálisis como un discurso diferente de los otros en la medida que no busca el poder y la dominación».

            Es un libro para ser trabajado, y para servir como herramienta de trabajo. Para los interesados en el Psicoanálisis y en la Enseñanza de Lacan, es un partenaire valioso para acompañar la lectura del Seminario 18 e ingresar a lo que constituye la Última Enseñanza de Lacan, pero teniendo presentes los antecedentes de esa elaboración.

El libro está compuesto por 6 capítulos

  1. Sobre la investigación, la ciencia y el Psicoanálisis: Donde se hace una breve, pero precisa delimitación de la perspectiva que se puede dar a una investigación desde el psicoanálisis, el estatuto del saber y la importancia del encuentro y el efecto de pregunta
  2. De un discurso: Donde se hace un recorrido por los antecedentes de esa noción en Freud y la posterior formalización de Lacan en el seminario 17
  3. Del Semblante: Donde se rastrean aproximaciones de Lacan a esta noción para luego establecer el uso que hace de esta categoría en el seminario 18
  4. De un discurso que no fuera del semblante: En este capítulo se abordan los planteamientos de Lacan en el Seminario 18 sobre la letra, la escritura china, la lectura para ubicar la dimensión de real que estaría en el punto de referencia para romper con la lingüística y la ciencia universitaria de la época.
  5. De algunas disciplinas que no son del semblante: Donde se hacen aproximaciones a modalidades que no son sostenidas en el sentido y la significación, disciplinas donde la letra y el litoral son los puntos de referencia como el Haiku y la escritura de Joyce
  6. Reflexiones finales: Que de ninguna manera son conclusiones, sino una síntesis del recorrido realizado, para abrir nuevas perspectivas de lectura y elaboración.

Al leer sus páginas se va elucidando el viraje hacia la última enseñanza de Lacan, su alejamiento de la lingüística y el estructuralismo, de la potencia de lo Simbólico y del lenguaje para privilegiar lo real del goce y servirse de categorías que posibilitan al psicoanálisis no perderse en lo infinito del sentido. Da cuenta de los últimos esfuerzos de Lacan por articular Significante y goce, para luego pasar a la noción de letra fuera de sentido, más cercana a la experiencia de goce que luego se irá consolidando como un pragmatismo, como los arreglos del ser hablante con el goce en el anudamiento de RSI.

            El trabajo de Ricardo nos ayuda a ubicar los puntos que permiten a Lacan esta ruptura y posterior reorientación. Ubicar el lenguaje como metafórico, elevar el concepto de semblante a la dimensión de categoría que articula apariencia con significante en oposición a lo Real, y una articulación con la verdad como ficción, no como exactitud y por tanto poder decir que «la posición del analista sería el no ser embajador de la verdad» son algunos de los pasos que vamos dando al avanzar en la lectura del libro.

Ricardo nos ayuda a situar y resignificar las nociones que Lacan va trabajando para ser usadas por el psicoanálisis de maneras inéditas, separadas de los usos convencionales y articuladas de una forma no universitaria, universal, sino enfocándose en los efectos de goce.

Todo eso es lo que encontrarán en estas páginas. No esperen encontrar verdades, pero si interrogantes, articulaciones que conectan la revisión bibliográfica con el par lectura-escritura de un autor que sostiene su enunciación desde la experiencia analítica, teniendo como horizonte la transmisión y la práctica del psicoanálisis.

            Algunos de ustedes saben que, hace algunos años trabajamos juntos impartiendo un seminario, y me resonó leer en las páginas del libro algo que he escuchado decir tantas veces. “Rescatando”, ese significante porque tiene que ver con el estilo de transmisión de Ricardo, esa enunciación que “rescata” los puntos nodales para que no queden sueltos y que más bien son articulados por su lectura y comentario.

            En estas páginas hay citas de otros analistas y autores, pero con una tonalidad de conversación, para realizar una elaboración, dando cuenta de la inmersión y reinvención de la enseñanza de Lacan, una enseñanza inacabada por bordear lo imposible y que por eso mismo invita a ser trabajada, no degradada a la dimensión de dogma.

Me quedo con una frase que, en mi lectura, sintetiza y hace resonar algo de lo que este libro enseña: «La lengua y el uso que hacemos de ella implica que al mismo tiempo se instaura el sentido y el fuera de sentido. Saber leer implica saber que cada vez que aparece la dimensión del sentido hay una dimensión de fuera de sentido donde el goce se aloja». Estar advertidos de eso sin dejar de ser incautos del semblante para maniobrar con él. O como Lacan dirá posteriormente en relación al padre: ir más allá a condición de servirse de él.

Fuente: Editorial Nuevo Milenio