Libro de Diego Trelles Paz
Por: Ana Triveño Gutiérrez
“El círculo de los escritores asesinos” de Diego Trelles Paz. Para empezar, nunca antes había escuchado de este libro ni de este autor. No sé cómo me animé a comprarlo en la Feria Internacional del Libro en Cochabamba el año pasado. Tal vez fue por la emoción de comprar libros, tal vez por la oferta que amablemente me hicieron. El caso es que decidí comprarlo dispuesta a leerlo de principio a fin.
“El círculo de los escritores asesinos” suena a una novela policiaca, ¿no? La verdad tenía esa expectativa cuando comencé a asomarme entre sus páginas. Oh sorpresa, desde el prólogo indican que no se trata de una novela policiaca, sino una especie de agrupación de testimonios sobre un mismo hecho, efectivamente, criminal.
La trama gira en torno al asesinato de un crítico literario, donde los miembros de círculos cuentan por separado cómo fue que decidieron matarlo a pesar de clamar que, al final, son inocentes del crimen. Me preparé emocionada para armar los cabos sueltos y pistas que seguramente dejaría cada autor, pero tampoco era el caso.
Como me advirtieron a un principio, no era una novela de ese tipo. Las historias de los autores tienen un estilo propio cada una y ninguna se dedica a contar lo mismo. Es más, puedo asegurar que contar lo que en verdad pasó con ese asesinato fue nada más una excusa para que los escritores se atrevieran a contar un poco sobre su vida.
Es impresionante cómo el verdadero autor, Diego Trelles Paz, logra darle una voz auténtica a cada uno de estos cinco escritores, cuatro hombres y una mujer. Confieso que no esperaba ver tanta diferencia entre cada uno de los relatos. Me gustaron mucho, unos más que otros, claro.
Lo que más me llamó la atención, y me dejó fascinada por completo, es cómo el autor no pretende hacer bien a los personajes, es decir, a los escritores. No es su intención hacer que te identifiques con alguno, que lo ames, o que lo odies. Al contrario, creo que ante la indiferencia del lector igual podría darse por bien servido. Porque los personajes tienen vida y pensamientos propios, no están ahí para cautivarte, sólo están ahí para liberar un poco lo que llevan dentro.
En mi caso, al acabar la obra no me quedé con la sensación de extrañar a alguno de ellos, porque no lo hago. Me gustó la obra, la trama, su forma. Es raro, pero es como una que entraría entre mis favoritas sin querer volverla a leer. Me encantó, eso sí. Felicito a Diego Trelles Paz, aprendo de él y de su estilo. Recomiendo que lean este libro. Aunque piensen que no podría gustarles. Y mucho.
Fuente: Lecturas