Por Renatta Noda Alem
El mar siempre ha evocado en mí una mezcla de miedo, curiosidad y un profundo respeto. Este me ha impulsado a explorar lo que reside en sus olas, que para algunos representan un paraíso y para otros, un trágico final. Pero esta obra no se centra en las maravillas marinas, sino en la especie humana, y su capacidad única para alterar y a menudo destruir lo que toca.
Como mujer, me resulta difícil imaginarme en la piel de aquellos cuyo trabajo es tan ajeno a mi realidad diaria. Más aún, me es complicado comprender la dinámica de un barco lleno de hombres, donde la lucha diaria no es sólo por sustento, sino por la supervivencia misma. Esta lucha no es sólo contra el mar o las circunstancias, sino también contra la propia soledad y aislamiento que el mar impone.
En este contexto, la brevedad de las páginas se convierte en una ventana para entender un mundo complejo y a menudo incomprensible como lo es la pesca ilegal. La adrenalina, el riesgo constante, y sobre todo, la soledad del mar, son temas que se exploran con profundidad. Esta obra nos invita a reflexionar, desde una perspectiva femenina, sobre cómo la naturaleza y la humanidad coexisten, a menudo en una relación frágil y conflictiva. Nos ofrece una mirada introspectiva a un mundo dominado por hombres, pero observado y entendido a través de los ojos de una mujer, lo cual añade una capa de comprensión emocional y ambiental única.
Fuente: Editorial Nuevo Milenio