Javier del Granado: cien años
Por: Elias Blanco Mamani
El 27 de febrero se cumplieron 100 años del nacimiento del poeta cochabambino Javier del Granado, uno de los líricos más premiados de la historia literaria boliviana, con galardones no sólo recogidos en el país, sino también en España, Filipinas, Argentina, Perú, Nicaragua y Uruguay. Autor prolífico, con 16 poemarios publicados, y especialmente activo por sus visitas a varias naciones del mundo. Falleció en la misma tierra valluna en 1996.
Este acontecimiento ha sido destacado por la familia del poeta con la publicación de un libro titulado Flor del Granado y Granado (impreso en Charleston, SC, Estados Unidos en enero de este año), una edición de 728 páginas con tapa dura y un acabado que nos remite a los libros europeos antiguos del 1700. Una joya bibliográfica.
Flor del Granado y Granado no sólo reproduce la obra de Javier del Granado, sino que rescata cartas o textos de archivos de Santiago María del Granado (1757-1823), uno de los ancestros del poeta. También están sermones, discursos y cartas pastorales de Francisco María del Granado (1835-1895); le siguen discursos y ensayos literarios de Félix Antonio del Granado (1873-1932). Las páginas finales del volumen reproducen versos de los hijos Félix Antonio del Granado (nacido en 1938) y de Juan Javier del Granado (nacido en 1965 y hoy radicado en México).
Los actos conmemorativos principales se realizaron en Cochabamba, ciudad a la que Javier del Granado le escribió: “Fue en esta tierra, / cantar de sol y payhuaro / que desgrané mis romances al pie del Ande nevado, / cuando surgió en mi camino, sobre los surcos preñados, / aquella niña de ensueño, / ¡aurora y flor de mi pago! que deslumbró mis pupilas / y puso miel en mis labios…”.
El escritor paceño Porfirio Díaz Machicao, el 1978, elogió con los siguientes conceptos al poeta: “Como un molle rendido a la plenitud valluna, cercado de magnolias, así transcurre la vida de Javier del Granado, el máximo poeta de Bolivia, viejo pariente lírico del gran tarijeño Octavio Campero Echazú. /…/ Javier del Granado es y será inolvidable en la lírica de Bolivia”.
En 1966, entrevistado por Pedro Shimose, Javier del Granado decía: “No me siento ni más ni menos. No tengo pretensiones de ninguna índole: mi obra es modesta, pequeña y limitada. Sólo quiero llegar al corazón del pueblo; mi mérito es ése…”.
Y en esa búsqueda ha publicado: Rosas pálidas (1939); Canciones de la tierra (1945); Cochabamba (1959); Evocación del valle (1964); La parábola del águila (1967); Romance del valle nuestro (1972); Del crepúsculo y el alba (1973); Estampas (1975); Terruño (1977); Semblanzas (1977); Vuelo de azores (1980); Canto a Cochabamba (1984); Cantares (1989) Obras completas (1990); Canto al cantar de América y España (1991); XCIII sonetos (1991).
Su producción bibliográfica se completa con los textos: La gran verdad metafísica (1989) y El diablo ha muerto. La democracia en Bolivia (1989).
Fuente: Tendencias