09/05/2007 por Marcelo Paz Soldan

Hombre lento

Hombre lento de J.M. Coetzee
(J.M. Coetzee, una de las glorias de la literatura sudafricana, azote del apartheid y del colonialismo, fue Premio Nobel de Literatura en 2003. Nació en Ciudad del Cabo y allí se graduó en matemáticas y lengua inglesa. En Texas, Estados Unidos, estudió lingüística y literatura. Desde 2002 es profesor en la Universidad de Adelaida, Australia.)
“El impacto le alcanza por la derecha, brusco y sorprendente y doloroso, como una descarga eléctrica, y le hace salir disparado de la bicicleta. ¡Tranquilo!, se dice a sí mismo mientras vuela por los aires (¡vuela por los aires sin ninguna dificultad!) y, en efecto, nota que los miembros se le relajan obedientemente”. Así comienza Hombre lento, tendido en el suelo, inmóvil, en paz. Hace una mañana espléndida. La caricia del sol es agradable. Y él está ahí, en paz, mientras pierde el conocimiento.
Paul Rayment ha sido atropellado por un coche cuando iba a comprar en bicicleta por Magill Road. Tras sufrir una conmoción cerebral pese a llevar casco, aunque eso le salvó la vida, es operado de la rodilla, donde ha recibido el mayor impacto. De haber sido más joven, Paul cuenta sesenta años, el cirujano tal vez hubiera intentado otras alternativas pero a su edad no ha habido mejor solución que amputar la pierna por encima de la rodilla, dejando un buen trozo de hueso para una prótesis. Paul se negará en redondo a llevar una pierna artificial. Prefiere apañárselas solo.
Rayment no tiene familia y no tiene futuro, la puerta de su futuro ha sido cerrada con llave tras el accidente. Soltero, solitario y solo. No quiere ver a ningún amigo, no quiere que lo vean en su nuevo estado mermado, humillante y humillado. Aunque se enterarán de lo sucedido. Pero ¿qué es perder una pierna, desde una perspectiva global? Todo. Incluso va a necesitar durante una buena temporada una enfermera especializada que le eche una mano tanto con las curas del muñón, al que Paul ya odia pese a ser suyo, como con las tareas cotidianas como las compras, la cocina, la limpieza y demás.
Su vida ha quedado limitada. ¿Qué diría Sócrates al respecto? ¿Puede una vida estar tan limitada que no valga la pena vivirla? Paul Rayment no tiene respuestas para tales preguntas, al menos por el momento.. Después de ser atendido por una enfermera gorda y desagradable que consigue despedir, Paul cuenta con una segunda candidata a tiempo completo. Se llama Marijana Jokic y es de origen croata. Se formó en Alemania y cuando llegó a Australia obtuvo su certificado sin problemas. Inopinadamente, Paul va a enamorarse de su enfermera… Hombre lento es una reflexión sobre la vejez y su vulnerabilidad, y sobre todas aquellas cosas que nos hacen humanos.