12/17/2013 por Marcelo Paz Soldan
“Fronteras desbordadas”

“Fronteras desbordadas”

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“Fronteras desbordadas”
Por: Claudia Gonzales Yaksic

Vilma Tapia Anaya asegura que después de leer “Fronteras desbordadas”, la más reciente publicación de cuentos de Carmen Beatriz Ruiz, ha recordado a muchas mujeres de ojos grandes y que la escritora es una mujer boliviana de ojos bien grandes que ha mirado la vida y que sabe de las infinitas posibilidades que en ella bullen.
“La lectura me llevó a adentrarme en espacios diversos y ver que el cuarto propio es la mejor nave para multiplicar la expresión”, dice Wilma Anaya, una de las autoridades literarias más representativas de Cochabamba y que fue la encargada de presentar este libro, hace seis días, en el auditorio del periódico Los Tiempos.
A través de los 15 relatos que contiene esta obra, Vilma Anaya también descubrió el sueño como una proyección absurda, el ir y venir del sufrimiento a la alegría y las variadas posibilidades de huida que enfrentan los diversos personajes.
Comunicadora Social de profesión y especializada en temas de desarrollo humano y derechos humanos, Carmen Beatriz normalmente publica artículos, ensayos, documentos y libros, y además es columnista de los periódicos La Razón, Correo del Sur y Los Tiempos.
“Fronteras desbordadas” es la segunda obra de ficción que publica bajo el sello de Editorial Gente Común (ahora Editorial 3.600), donde narra historias inspiradas en los viajes que realizó por El Pantanal, la Chiquitanía y El Chaco en Bolivia. Puno en Perú, Ocaña entre Colombia y Venezuela, y muchas otras regiones limítrofes.
En esas travesías y en esos lugares, siempre encontró desamparadas fuerzas que rebasan o desbordan a sus habitantes y también vio como la gente siempre huye hacia adelante… o hacia atrás.
También observó cómo en los pueblos de frontera las familias extendidas viven amores prohibidos, tienen historias comunes, truculentas y desasosegadas, donde el deseo y la imaginación se juntan inevitablemente.
Para ella, la vida de las personas en la frontera no puede ser comparada con la vida citadina, porque cada realidad tiene su propia esencia y por eso los personajes de su libro resultan siendo tan distintos.
Y ¿qué considera que le falta, específicamente a Bolivia, para preocuparse por el desarrollo de sus confines territoriales? “Los niveles de descuido y atención son distintos según los países y sus intereses geopolíticos –asegura la escritora–, pero en cada ocasión sentí que aún con gran presencia del Estado, militares especialmente, las fronteras tienen su propia cultura ensimismada”.
Normalmente comprometida con la realidad, para Carmen Beatriz Ruiz escribir esta segunda obra narrativa (la primera fue en 2011, “Espejos en la memoria”) es un largo y anhelado sueño.
¿Y qué le impedía escribir? “Nada en particular –responde–, el ritmo de la vida, pensaba que habían cosas más urgentes o importantes. Hasta que llegó el momento en que lo importante era mi propia voz”.
En lo que a literatura se refiere, entre sus planes próximos están escribir más cuentos y una novela.
Fuente: Lecturas