Fabricio Callapa: La palabra es un “arma” para la escritura
Por: Mariana Calizaya Vargas
“La palabra es la única arma con la que cuenta el escritor para poder transmitir algo”, un arma con la que Fabricio Callapa Ramírez se abre a través de la poesía y la narrativa, además de la novela, un nuevo camino que ha decidido construir para seguir sumando más logros.
No sabía ni lo que escribía, pero escribió. Así comenzó en las letras el talentoso escritor de 33 años, aunque confiesa que le cuesta llamarse así, pues –dice– es más bien un aspirante a la escritura. En el colegio tuvo su primer encuentro con esto que –se nota– le fascina.
En una entrevista con CORREO DEL SUR, relata que creó sus primeros cuentos cuando tenía 16 o 17 años, aunque también incursionó en la poesía. Entonces, no se había definido aún. De todas maneras, fue algo que lo llevó a inclinarse por la pedagogía de la comunicación y el lenguaje.
Así, en 2008, publicó su primer título “Ahora que el espejo ya no recuerda mi forma”, una publicación artesanal con un tiraje de 100 ejemplares, fruto del extinto taller de literatura de la Universidad San Francisco Xavier dirigido por el escritor Máximo Pacheco.
“Creo que ha sido una contribución muy interesante a la literatura local y al arte”, dice, porque de ahí surgieron muchos otros autores.
Más adelante, con una pausa en el cuento, Fabricio decidió unirse al paceño Japhet Rivas Lavadenz para dar un espacio a la poesía. Juntos se hicieron con el premio “Letras e imágenes de nuevo tiempo”, programa editorial de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia, que derivó en la publicación del libro “Next-Gen”.
“Es una publicación bien interesante, se trata de videojuegos, internet, tecnología, nuestro maravilloso tercer mundismo…”, comenta.
“La poesía y la narrativa son dos formas de enfrentar lo que es el hecho literario, lo que es contar, capturar tu realidad. Antonio Machado, que es un poeta español, decía que un poema es la fotografía del alma. Y eso es lo que a ratos trato de plasmar en la poesía que escribo. Muchos no la consideran tan poesía porque tiene muchos rasgos narrativos”.
El joven escritor salió otra vez sin compañía en 2018 con “El fin de los días que conocimos”, una publicación de siete cuentos.
El sucrense confiesa que su obra tiene influencias de Anton Chejov, Osamu Dazai y Katherine Mansfield, si se habla de escritores extranjeros; así como de las novelas y cuentos de Adolfo Costa Du Rels y “Sangre de Mestizos” de Augusto Céspedes, de la literatura nacional.
La palabra un arma
“La escritura es un campo donde la palabra hace todo, es un campo donde usas la palabra para tratar de reflejar sonidos, imágenes situaciones, emociones. La palabra es la única arma con la que cuenta el escritor para poder transmitir algo, para poder comunicar algo (…) Yo creo que literatura a secas es a veces batallar con la palabra, que sea la palabra aquella que permita que tú puedas acceder a la mente del otro, comunicarte”, sostiene el escritor como una definición de la escritura.
¿Y qué hay de la narrativa boliviana? En su criterio, es una narrativa de la búsqueda de su identidad desde las diferentes regiones del país, que por sí mismas tienen sus propias características. Rescatando a algunos autores, señala que en Sucre se mantiene esa relación ciudad y personaje.
Por más cuentos y algo más
Callapa Ramírez cuenta que actualmente prueba nuevas formas narrativas. De hecho tiene en su carpeta personal un libro de cuentos que está en proceso de revisión y una novela, para la cual buscará “suerte” en alguna editorial.
“Creo que quienes escriben tienen que ser conscientes que la escritura es un acto de libertad y la revisión un acto de disciplina. Al momento de revisar, uno tiene que ser meticuloso, bastante puntilloso, separarse del texto, de salir de su ego, es uno de los primeros requisitos para escribir, pero tampoco es impedimento para no hacerlo”.
Fabricio Callapa Ramírez además publicó en conjunto “Panacea” de Hugo Montero, participó en el Festival Internacional “Días de Poesía”, la antología de cuentos bolivianos de terror “Gritos Demenciales”, el concurso “Sucre en Micro” y el libro “Sed y Sangre: Antología de Relatos de la Guerra del Chaco”. Actualmente es miembro de la revista artesanal de narrativa “Lluvia Inversa”.
Fuente: Correo del Sur