Entrevista a Liliana Colanzi (Santa Cruz, 1981)
En “Nuevas referencias: retratos de nuevos autores hispanohablantes”
Por: Patricia Figueroa
Liliana Colanzi cursa el doctorado en literatura comparada en la Universidad de Cornell. Tiene una columna en el semanario chileno “The Clinic”.
Conductas erráticas. Liliana Colanzi y Maximiliano Barrientos, eds. Alfaguara, 2009.
Vacaciones permanentes. El Cuervo, 2010.
Háblame un poco de los últimos libros que has publicado.
En 2009 compilé y edité, junto a Maximiliano Barrientos, la antología de no-ficción Conductas erráticas, un experimento que abarcó varios registros, desde crónica periodística hasta testimonios de carácter más personal.
También he publicado un libro de cuentos, Vacaciones permanentes, que reeditó la editorial argentina Reina Negra el año pasado y que saldrá con la editorial española Tropo en 2013.
¿Has publicado en formato electrónico?
Tengo una columna en el semanario chileno “The Clinic”. He publicado cuentos en el blog “54 semanas” y en las revistas electrónicas “FronteraD”, “Otro Cielo”, “Los Noveles”, “Ecdótica”, “Big Sur” y “Suelta”.
¿Qué blogs, revistas electrónicas u otros sitios en internet recomendarías para descubrir a nuevos autores hispanohablantes?
Además de los que mencioné arriba, a veces me doy una vuelta por “Hermano Cerdo” y por el blog de Iván Thays. De los sitios que ya no se actualizan pero aún permanecen en la red recomiendo “25 preguntas”, de Juan Terranova, y el fantástico y extenso archivo de “Los Noveles”. Aunque reconozco que mis verdaderas fuentes son el boca a boca, las visitas a las librerías de Madrid –donde estoy pasando una temporada–, Facebook y Twitter.
¿Cuáles son tus referentes en la literatura española o hispanoamericana?
Los que siempre están son Fogwill, Fabián Casas, Jaime Saenz, Bolaño.
¿Qué otros escritores han tenido influencia en tu obra?
Cuando estoy escribiendo absorbo todo. Me gusta sentarme sabiendo que tengo a mano los libros de los autores a quienes planeo saquear. En el caso de “Vacaciones permanentes” se trataba de Denis Johnson, Salinger, Hemingway, Jorge Campero, Natalia Ginzburg, Junot Diaz. Ahora mismo, mientras escribo Mordor, leo y releo a Sherwood Anderson, Flannery O’Connor, Pessoa y Faulkner. Las listas cambian a medida que evolucionan mis búsquedas.
También creo haber aprendido del cine (Herzog, Kubrick, Haneke) y de la música (Bob Dylan, Stephin Merritt, Morrissey).
¿Qué nuevos autores hispanohablantes recomendarías?
Luciano Lamberti, Valeria Luiselli, Diego Zúñiga, Federico Falco, Margarita Leoz, Álvaro Bisama, Juan Terranova, Carlos Velázquez, Gabriela Wiener y Carlos Yushimito. Sigo todo lo que publican los autores bolivianos Giovanna Rivero, Juan Pablo Piñeiro, Maximiliano Barrientos, Rodrigo Hasbún y Sebastián Antezana.
¿En qué estás trabajando ahora?
En un segundo libro de cuentos que se llamará Mordor.
¿Cómo te gustaría que fueran las bibliotecas del futuro?
Preferiría que las bibliotecas me enviaran los libros a casa; el invierno de Ithaca me quita las ganas de salir. En lo que se refiere al formato, cada vez leo más libros en digital. Me entusiasma la idea de tener una biblioteca que quepa en un iPad o en un Kindle, porque los viajes y las mudanzas me han obligado a deshacerme de muchos libros. Aunque la verdad es que pertenezco a una generación que nació sin internet, y todavía encuentro más placentero leer libros impresos, subrayando párrafos y dejando marcas en el papel. Supongo que será cuestión de tiempo hasta que me adapte por completo al formato digital.
Fuente: Nuevas referencias