07/15/2008 por Marcelo Paz Soldan
En recuerdo de Roberto Bolaño

En recuerdo de Roberto Bolaño

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En recuerdo de Bolaño
Por: María Paula Bandera

El martes 15 de julio se cumplieron cinco años de la muerte del narrador chileno Roberto Bolaño, y María Paula Bandera publicó este sábado en el diario “Clarín” un recuerdo del escritor y su innegable importancia literaria en América Latina. Para ello entrevistó a tres escritores latinoamericanos últimos: Edmundo Paz Soldán, Andrés Neuman e Iván Thays. Así dice el reportaje:
Para el escritor peruano Iván Thays, en menos de diez años, Bolaño se ha convertido en un referente para todos los escritores de América latina. Esto obedece a distintos factores. Según el escritor argentino Andrés Neuman, además del inmenso talento literario de Bolaño, influye la falta de referentes literarios claros y unánimes en los últimos años. También, dice Neuman, la capacidad de Bolaño para poetizar como nadie la trayectoria de rebeldía, búsqueda y desilusión de los jóvenes latinoamericanos de los años 60 y 70. A esto añade que la literatura latinoamericana, tal como se entendió desde el boom de los años 60, necesitaba un broche y a la vez un cambio de tema, funciones que Bolaño cumplió. Admirador de Borges, Cortázar y Di Benedetto, el chileno Bolaño se definía a sí mismo como un autor latinoamericano (…) Escribir maravillosamente bien no era para Bolaño el pasaporte seguro a una literatura de calidad. Se trataba de saber meter la cabeza en lo oscuro, saber saltar al vacío, saber que la literatura es un oficio peligroso. En las palabras y en los hechos de Bolaño hay un jugarse el todo por el todo, un arriesgar todo por la literatura, dice Edmundo Paz Soldán, escritor boliviano y editor del libro Bolaño Salvaje. Era un autor que no ahorraba polémicas. Decía en voz alta que no soportaba la poesía de Octavio Paz, que leer a Antonio Skármeta le revolvía el estómago y que Isabel Allende no era una escritora. Sospecho que Bolaño tenía una máxima que nunca formuló explícitamente, pero que parecía cumplir con jocoso rigor: toda la complicidad para los jóvenes, ninguna piedad para los consagrados, recuerda Andrés Neuman, quien fue su amigo. Iván Thays anota que Bolaño huía de todo estrellato: Sabía bien lo difícil que era el camino y aunque estaba orgulloso y consciente de la calidad de su propia obra, no estaba dispuesto a convertirse en una estrella distante . Lo cierto es que hoy su literatura brilla y cada día conmueve a más lectores.
Fuente: http://notasmoleskine.blogspot.com