Entrevista a Elías Blanco Mamani
Por: Mauricio Murillo
El investigador paceño dedica su vida a la recopilación de datos relacionados a la cultura. Esta semana presentó un volumen más de su vasta obra.
El año 2004, Elías Blanco Mamani publicó un trabajo extenso, detallado y puntilloso titulado Gesta de autores de la literatura boliviana, libro en tono enciclopédico en el que se encuentran entradas sobre escritores nacionales. En la actualidad, este trabajo no cesó y en el blog que administra, llamado Diccionario Cultural Boliviano (http://elias-blanco.blogspot.com), podemos encontrar más de dos mil biografías de personas ligadas al mundo cultural boliviano. Además, ha editado más de una docena de libros que ordenan, a manera de diccionarios, la presencia de potosinos, orureños, paceños, cruceños, tarijeños, chilenos, argentinos y alemanes en la cultura del país, además de novelistas, pintores y poetas, cumpliendo así una empresa extensa y de gran valía. Este 14 de septiembre, a manera de homenaje a la capital del Valle, presentó el libro Cochabambinos en la cultura boliviana. Apropósito de este nuevo volumen, y del trabajo que el autor ha venido realizando en los últimos años, Fondo Negro conversó con él.
– ¿Cuál es la importancia de marcar el lugar destacado en la cultura de personas enmarcadas en su ciudadanía?
Por una cuestión de identidad, que a la vez implica una caracterización con la nacionalidad boliviana. El saberse parte de Cochabamba o de Oruro, donde no sólo hay dos pintores sino cincuenta o cien o más y que éstos estén registrados en un libro, puede ser un impulso para continuar con la labor cultural. Además, puede aportar a un diagnóstico para saber quiénes y cuántos son los que hacen cuento, novela, poesías, etc. Se trata, en fin de cuentas, de ordenar la información y a la vez brindar una identidad a estos gestores.
– ¿Cuál cree que ha sido el impacto de los cochabambinos en la cultura del país? ¿Cuáles son los hitos más importantes?
Hasta donde pude identificar, son 459 actores culturales nacidos en aquella tierra. De este conjunto destacan, por su número, los poetas, con 126, luego vienen los pintores, que suman 102, a los que se adscriben artistas del textil y dibujantes, que son 6. Cerca están los escultores con 10 nombres. Los novelistas son otro grupo importante, con 68, junto a ellos están lo cuentistas, con 29. Al lado están los ensayistas, con 12 nominaciones, lo mismo que los críticos literarios, que son dos y también dos los bibliógrafos. La música es otro fuerte de Cochabamba, con 41 autores, 9 pianistas, 3 cantantes líricos y 2 violinistas. Otro frente es de la gente de teatro, entremezclados entre dramaturgos, actores y directores, que suman 14. Con menor cuantía pero no menos calidad, se anotan los arqueólogos, bailarines de ballet, cineastas, ceramistas, educadores, fotógrafos, videastas e historiadores. En el tiempo, destacan actores como Melchor Pérez de Holguín en la pintura y Adela Zamudio y José Aguirre Achá en la poesía, Augusto Guzmán como crítico literario, Marcelo Quiroga Santa Cruz, novelista, y Augusto Céspedes en el cuento. Otros notables son el violinista Jaime Laredo y Emiliano Luján en la escultura. En la actualidad figuran Mariano Baptista, historiador, José Roberto Arze en la bibliografía y Gaby Vallejo Canedo en la novela.
– Su trabajo enciclopédico es bastante meritorio, ¿qué lo llevó realizar los libros (y el blog) que organizan nuestra historia cultural?
Todo empezó en 1992, cuando publiqué en el diario Presencia la serie de columnas nominadas como Un día como hoy en la Cultura, donde hacía memoria de los nacidos en una determinada fecha. Luego vendrían las Páginas de Gesta en el matutino La Razón con biografías que llenaban hasta cuatro páginas. Luego escribí la serie dedicada al arte plástico con el espacio titulado Del arte y sus contrastes, que salió en distintos medios paceños. El primer libro, ya como recopilación de lo escrito hasta la fecha, fue Existencias insurrectas que salió de imprenta en 1997. Luego vendría la biografía de Jaime titulada El ángel solitario y jubiloso de la noche en 1998. Hasta hoy suman 15 libros. El blog que he nominado Diccionario Cultural Boliviano es el lugar en Internet donde he vaciado el resultado de 20 años de trabajo de investigación y redacción. Allí están más de 2.200 biografías, en su gran mayoría con fotos. Están escritores, artistas plásticos, músicos, bailarines, actores de teatro y otros siempre en el campo de la cultura. En esta página he invertido además casi dos años de trabajo solamente en el vaciado de la información y lo que se ha conseguido es simplemente para el asombro personal: hubieron más de 213 mil visitas o consultas hasta la actualidad, éstas no llegan solamente de distintos puntos de Bolivia (casi el 75 {1daedd86537fb5bc01a5fe884271206752b0e0bdf171817e8dc59a40b1d3ea59}) sino que vienen de Estados Unidos, Alemania, México, España, Argentina y otras naciones. Hay un promedio de mil consultas por día. Entonces, es satisfactorio saber que este diccionario sirve, y mucho.
– ¿Cuál cree que es la importancia de las enciclopedias y los diccionarios?
Es la información breve y ordenada que permite hacer una lista de los temas para un acceso rápido a los datos que se buscan. Cualquier sociedad que se precie de organizada tendrá también que tener ordenada su información cultural para saber cuántos y quiénes son.
– ¿Qué le pueden brindar las nuevas tecnologías y nuevos formatos a su trabajo? Por ejemplo, Internet.
Estamos en un momento de salto tecnológico a nivel mundial. Herramientas como Facebook, el email, los sitios web o los blogs han revolucionado nuestro modo de ser y de actuar. Los estudiantes ya no van a consultar las bibliotecas, sino van a un punto de internet. En el caso del Diccionario Cultural Boliviano, al que se accede desde el buscador Google, discando cualquier nombre de autor boliviano o desde el nombre del sitio, se tiene la información para descargarla libremente, sólo se pide que se cite la fuente. En suma, es el creciente sistema mundial de información.
Fuente: Fondo Negro