06/06/2012 por Marcelo Paz Soldan
El cuento como catarsis

El cuento como catarsis


La editorial Nuevo Milenio tiene preparados cuatro libros para esta fiesta de la lectura. Un infaltable en este evento es el reconocido escritor boliviano Edmundo Paz Soldán con la redición de Amores Imperfectos, además de que dos autores de su catálogo [presentaron dos libros en el marco de la XIII Feria del Libro de Santa Cruz]. Bartolomé Leal, (…) la novela Morir en La Paz, y el libro Cuentos para 1 año. En esta ocasión presentamos un acercamiento a la escritora Fabiola Morales, boliviana que llega desde Barcelona, quien presenta su libro de cuentos La región prohibida.
¿De cómo es que llegaste a Barcelona?
Fui a Barcelona para hacer el doctorado en ingeniería, fue llegar y reconocer que esa era la ciudad en la que quería vivir y morir. Seis años después lo sigue siendo, todavía soy capaz de levantarme todas las mañanas, abrir las puertas del balcón del piso en el que vivo y pensar que este es el mejor lugar del mundo para mí.
¿Por qué elegiste escribir cuento?
Escribir un cuento es como sacar una fotografía, lo importante es saber enfocar el instante exacto desde la distancia adecuada. Tienes la posibilidad de formar parte de la película de distintas maneras.
‘Literatura gonzo’. Explícame ¿qué es lo que te atrae de esto?
Tiene más bien que ver con el periodismo gonzo y las nuevas formas de hacer literatura, eso que está más allá del encasillamiento de novela-cuento-poesía. La literatura gonzo tiene que ver pues con el relato de la experiencia, ya sea performativa o no. Una simbiosis entre la crónica (no ficción) y el ficcionarse a uno mismo, hacer que el autor se convierta en el propio protagonista, personaje activo y parte fundamental del proyecto literario.
¿Cómo es tu proceso para escribir, en el sentido de cómo fue el proceso para La región prohibida?
Escribir La región prohibida fue un acto de catarsis a ciertos hechos dolorosos que me habían sucedido tiempo atrás, la muerte de un amigo muy querido por ejemplo o el divorcio de mis padres mucho más lejano y ya desdibujado por los años. Necesitaba explicar, explicarme a mí misma, qué había sucedido y qué vendría después, cuando el dolor y la irracionalidad pasaran.
Normalmente lo que hago para escribir es armar una historia entrecruzando muchas pequeñas subhistorias o anécdotas de las que soy testigo o que la gente me va contando, como un patchwork formado por hechos reales e inventados.
¿Cuáles son los últimos libros que has leído?
En este último mes leí “Help a él”, de Fogwill; “Sukkwan Island”, de David Vann; “El juguete rabioso”, Roberto Arlt; “Perro Callejero”, de Martin Amis; y ahora mismo estoy a la mitad de “Libertad”, de Jonathan Franzen.
Fuente: El Día