El privilegio único de editar un libro de cuentos del género policial
Por Bartolomé Leal
Editorial Nuevo Milenio presenta el libro Cuentos para 1 año 2 – Género policial que está disponible en las principales librerías de Bolivia. Incluye cuentos de Agatha Christie, Boris Vian, Chester Himes, Dashiell Hammett, G.K. Chesterton, Jack London, Giorgio Scerbanenco, Janwillem van de Wetering, Orson Welles, Richard S. Prather y Rubem Fonseca. El libro cuenta además con una Breve introducción al cuento policial, una biografía del autor del cuento y el cuento en sí. El libro representa un rápido paseo a la literatura policial del Siglo XX.
La publicación del florilegio de relatos policiales y negros titulado Cuentos para 1 Año 2 (Nuevo Milenio, 2013) ha significado para mí, como autor especializado en el género, una oportunidad para honrar a algunos de los autores y autoras que más admiro. Lo considero, además, un privilegio único que pocos escritores pueden enarbolar durante su trayectoria; y que pocos editores osan asumir. Este libro es también, rasgo importante, una decantación de la columna “El Cuento del Mes” en el blog literario Ecdótica.
El género policial y negro, al revés de otros géneros, o de la corriente principal en literatura, no evoluciona en base a rupturas radicales con la tradición. Al revés, uno de sus valores es justamente dejar espacio a la continuidad y por ende a la comparación con lo que han sido los clásicos. El lector de narrativa policial o negra es hedonista, busca el placer en la lectura, que en general abomina del exceso de experimentación y busca en la lectura un momento de solaz. La prosa cuidadosa, la exposición clara, la sorpresa y el ingenio son valores que el lector o lectora de literatura popular privilegia; y tiene derecho a ello.
El lector de una aventura del Sherlock Holmes de Conan Doyle o del Hércules Poirot de Agatha Christie (presente en nuestra selección) es a menudo capaz, si se le orienta, si se le estimula, de leer las aventuras de otros detectives muy diferentes, como pueden ser el Sam Spade de Dashiell Hammett (también incluido en este libro) o el Nero Wolfe de Rex Stout. En general no queda defraudado si “traiciona” momentáneamente a sus sabuesos predilectos, ya que por diferentes que sean los enfoques entre el enigma policial de corte lúdico y el relato negro con ingredientes sociales, hay un hilo de Ariadna que los une y le permite navegar por los laberintos fascinantes de su literatura predilecta.
Cuentos para 1 Año 2 presenta a doce autores del siglo XX cuyas diferencias el lector descubrirá. Abarcan un período de más o menos un siglo de literatura de un género que nació gracias al genio de Edgar Allan Poe a mediados del siglo XIX. Hay relatos de detectives, donde el lector o lectora puede comparar la forma de investigar del padre Brown de Chesterton y del detective privado Shell Scott creado por Richard Prather; o del comisario Maigret de Simenon y el detective japonés Saito del autor holandés Janwillem van de Wetering. Pero también ofrecemos cuentos donde no hay en absoluto detectives privados, como los de Chester Himes, Boris Vian, Giorgio Scerbanenco o Rubem Fonseca. Y como sabemos que los aficionados al género gustan de las sorpresas, hemos incluido un cuento de Orson Welles, uno de los ingenios mayores de la historia del cine; más un asombroso relato de Jack London, que nunca fue un mero aficionado al género de misterio sino que un cultor tenaz.
Dos palabras más para hacer notar que, como toda selección, la nuestra es arbitraria. Responde a mi gusto personal y a lo que considero textos de excelencia en el género policial y negro. No se trata de una antología de los mejores, lo cual es absurdo en nuestro género. Aquello es privilegio de los lectores y lectoras, que rara vez coinciden en su autor o autora de predilección, lo cual es legítimo y una de las grandezas de esta literatura. Hemos traducido cuando necesario y pergeñado un texto introductorio; y, como más de alguien podrá notar, han quedado afuera autores (sobre todo autoras) que bien habrían merecido estar incluidos. Si la acogida es favorable, ¿por qué no una reincidencia en el futuro? Los lectores y lectoras tienen la palabra.
Fuente: Editorial Nuevo Milenio