Cuentos del Pacífico Sur
Por: Claudia Gonzales Yaksic
Los primeros días de este diciembre, el escritor Yuri Soria-Galvarro presentó en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (México), la tercera edición de su nuevo libro “Cuentos del Pacífico Sur”. Con esta obra ganó el año pasado la beca de creación literaria del Fondo del Libro en Chile y en los últimos meses se ha dedicado a presentarlo en el vecino país, en Bolivia, España y México, donde ha sido impreso por diferentes editoriales y existe la posibilidad que también salga en Argentina y Uruguay.
“Yo siempre he creído que el proceso de publicar libros es muy complejo, es difícil. Hay mucha gente que escribe, hay poca gente que lee y por lo tanto siempre es complejo publicar libros”, asegura Soria-Galvarro, quien presentó “Cuentos del Pacífico Sur” en octubre pasado durante la IX Feria del Libro de Cochabamba. Esta edición, hecha por Nuevo Milenio, tiene como autor del prólogo a uno de los escritores chilenos más conocidos en el extranjero. “A Luis Sepúlveda lo conozco por algunos amigos comunes, primero lo conocí literariamente, leí su fabulosa novela ‘El viejo que leía novelas de amor’ y después muchos otros textos suyos y gracias a ciertos amigos comunes nos hicimos muy amigos. Además de ser un gran escritor es un gran tipo”.
Aunque Yuri nació en Cochabamba, hace cuatro décadas vive en el sur chileno, concretamente en Puerto Montt. “Es una zona muy lluviosa, es como el final, de ahí hacia abajo el continente se fragmenta y está lleno de cientos de islas y canales, es una zona muy interesante geográficamente y en el fondo es el lugar por donde la vida me llevó a residir”.
Biólogo marino de profesión, para ganarse la vida Yuri Soria-Galvarro trabaja en temas vinculados al mar, específicamente en una empresa pesquera dedicada al cultivo del salmón. “Ahora, en ningún caso para mí la literatura es una actividad de divertimento o una especie de hobby, sino hoy día se ha transformado en un destino, una actividad que hago prácticamente todo el día, incluso el trabajo que realizo lo trato de hacer muy bien para que eso me retroalimente, me dé el tiempo y los recursos para mantener a mi familia”, asegura.
Yuri tiene publicados dos libros de cuentos y su obra está incluida en varias antologías. Tiene terminada una novela y otro libro de cuentos, “pero un poco la idea es que este libro (Cuentos del Pacífico Sur) circule. No tiene mucho sentido publicar todo al mismo tiempo”, dice. Y si bien lleva décadas ejerciendo como lector voraz, en el oficio de escribir recién está metido hace 15 años, es por eso que este su nuevo libro “es como la culminación de una etapa, es como que durante el desarrollo de este oficio uno va creándose ciertas ficciones, ciertas técnicas o cree ciertas cosas. Han pasado 15 años, yo creo que de alguna manera ‘Cuentos del Pacífico Sur’ tiene un poco de madurez y un poco de oficio”, sostiene.
Camino a la integración
Al margen de la literatura, ¿cómo vive un escritor boliviano de nacimiento y chileno de trayectoria, el conflicto entre ambas naciones por una salida al mar? “Yo como boliviano comparto absolutamente; es un anhelo nuestro y propio el salir al mar, me parece que es un objetivo de justicia histórica absolutamente necesario, coherente. Me parece que el camino que se ha seguido con la demanda en La Haya también es muy inteligente y muy acertado jurídicamente, pero ahí yo veo un poco difícil en el largo plazo porque yo vivo allá (…). Creo que no va ser fácil”, dice.
Para Yuri, viajar sería una solución a estos conflictos que se dan entre naciones. “Me ha tocado viajar harto por la literatura y recuerdo siempre eso que dicen que la cura para el nacionalismo es viajar. Agarraría a todos los nacionalistas y los pondría a viajar y se acabaría el nacionalismo. Creo que también guarda cierto peligro esto del nacionalismo destemplado que se produce en estos diferendos entre países, que sucede acá y que también sucede en Chile”.
Aunque lejano, entre Chile y Bolivia Yuri Soria-Galvarro vislumbra un futuro de integración. “Creo que el camino es finalmente la integración. Para allá vamos. Todos tenemos un destino común. Ningún país se puede mudar a otro lado, siempre vamos a ser vecinos; por lo tanto, es imposible no pensar en una integración y en un mayor conocimiento de nuestros países”, sentencia.
Fuente: Lecturas