03/15/2014 por Marcelo Paz Soldan
Crítica a Iris en Babelia de España

Crítica a Iris en Babelia de España

iris

Iris
Por: J. Ernesto Ayala

De Edmundo Paz Soldán (Cochabamba, Bolivia, 1967), los lectores españoles pudieron leer varias novelas entre las que yo destacaría tres, Palacio Quemado (2007), Los vivos y los muertos (2009) y Norte (2011). Cada una de esas novelas apelaba a registros narrativos muy distintos y las tres daban cuenta de realidades sociales que todos más de las veces hemos visto reflejadas en la prensa: las interioridades morales de una sede de Gobierno, la violencia en una comunidad cerrada de jóvenes y el látigo de la fronteras cayendo sobre las espaldas de los emigrantes. Todas estas realidades, las trata el escritor boliviano con la escritura y las estrategias narrativas exactas. Ahora bien, ninguna de estas muy logradas obras hacía pensar que Paz Soldán experimentara (nunca mejor dicho) un cambio de género tan drástico como el que se encontrará el lector en Iris.
Estoy hablando de una obra de ficción, así que en principio Paz Soldán es dueño decidir el derrotero formal que quiera para su nueva novela. Pero no deja de ser un riesgo adentrarse en un terreno tan formalizado como es el dela ciencia ficción. Y debo decir que el autor de Norte no defrauda nuestras expectativas. Iris es un auténtico tour de force. Veamos algunos datos argumentales. Tenemos en Iris un paisaje del futuro. Una región colonizada llamada Iris, y un territorio colonizado cuyo mando se encuentra asentado en un lugar llamado Perímetro. Varios personajes representan a una fuerza y a otra. Ambas luchan hasta la muerte, aunque solo una de las dos acomete una violencia especificamente exterminador ante el afán de indepencia de Iris.
Leida (y disfrutada) la novela de Paz Soldán, al crítico solo le queda también asumir algunos riesgos, como lo son entrever referencias literarias. Me inclino por la influencia de William Gibson, el celebre autor de Neuromante, la novela que inventa la corriente de la ciencia ficción conocida como cyberpunk. Las realidades virtuales, la convivencia entre hombres de carne y hueso con seres artificiales. Los personajes de Iris se mueven por su realidad como si lo hicieran ante unos espejos deformantes. Espejos que nos reflejan tal como somos ahora mismo y como lo seriamos si ya estuvieramos instalados en el futuro que nos propone la novela. La novela de Paz Soldán, en contra de lo que pudiera parecer, no apela a ninguna fantasía, su fundamento está en nuestro presente. No se me escapan las resonancias de Joseph Conrad de El corazón de las tinieblas ni el George Wells de La isla del doctor Moreau. Pero me gustaría destacar la capacidad de inventar con lógica deslumbrante de su autor. Recuerdesé esa bala que sale de una pistola disparada en Marte, en cuentos de Isaac Asimov: la bala que tiene que respetar en su itinerario la falta de gravedad en el planeta rojo. Así también Iris tiene su lógica. Sobre todo en la escritura. Una invención llena de ironía, un sentido del humor que a veces me recuerda Vonnegut, y un gran sentido de la pena, pero también de esperanza en el ser humano.
Fuente: Babelia, suplemento cultural de El País, España (publicada el 9 de marzo 2014)