Por Marcelo Paz Soldán
La 28ª versión de la Feria Internacional del Libro de La Paz, que se realizó del 31 de julio al 11 de agosto de 2024, organizada por la Cámara Departamental del Libro de La Paz, tuvo como país invitado a Brasil y a la Fundación Patiño como institución destacada. Ambas elecciones fueron acertadas, en especial la Fundación Patiño, cuya labor en la promoción de la cultura y la pedagogía boliviana sigue siendo fundamental para el país.
La participación de las editoriales nacionales en esta vigésima octava edición de la FIL estuvo rodeada de incertidumbre debido a la situación económica actual de Bolivia. La fluctuación del dólar ha generado preocupación sobre el futuro de la economía, afectando directamente al sector editorial, que enfrenta un aumento en los costos de producción debido al incremento en los precios del papel y las tintas. Esto ha resultado en un encarecimiento de los libros y una reducción en las compras por parte de los lectores.
A pesar de este contexto desafiante, la feria se consolidó una vez más como la principal plataforma para la producción literaria nacional. Cada editorial presentó propuestas literarias de gran relevancia, que no pasaron desapercibidas para los asistentes. Entre las novedades más destacadas, el CEDLA presentó Economía del narcotráfico: desinstitucionalización y políticas de Bolivia de Carlos Arce Vargas, mientras que Mujeres Creando sorprendió con Grafiter@s y agitador@s Callejer@s y Espejito mágico. Por su parte, Las Paulinas cautivaron con El gato chismoso y Seguir a Jesús sin volverte un marciano.
La Hoguera destacó con Rat y Cat de Carla María Berdegué y Uma y el fuego misterioso de Mariana Ruiz, junto a Los descubrimientos de Domingo de Manuel Vargas. Y LibrosBol tuvo entre sus títulos más vendidos Amazonía: Transiciones y alternativas antes del colapso de Eduardo Gudynas. En el caso de Mantis los libros más vendidos fueron El invencible verano de Cristina Rivera Garza, El Jardín de Nora de Blanca Wiethüchter, Tríptico de Claudia Michel, A veces despierto temblando de Ximena Santaolla y El corazón del daño de María Negroni. En el caso de El Cuervo, los libros más vendidos fueron Altopía 1 y 2, El horizonte del grito de Maximiliano Barrientos, Los años del puma de Laura Coleman, Pequeño manual de autodefensa de Helô D´Angelo y Vendrá la muerte y tendrá tus ojos de Magela Baudoin. En cuanto a Sobras selectas, sus libros más vendidos incluyeron No me jodas, no te jodo. Crónicas escritas por y para El Alto de Alexis Argüello (Comp.) y Acá la gente me llama Choco de Damián Andrada.
Por su parte,fueron exitosas las presentaciones de editoriales como Plural, con Historia de Bolivia de la Coordinadora de Historia y La epopeya de los cruceños de José Luis Roca, y editorial 3600, con los libros La del estribo de Victor Hugo Viscarra y Manqapacha Delight de Camila Urioste, Hasta que el río aclare de Diego Mattos, Dejad que los niños vengan a mí de Miguel Carpio, Cínica presencia de Luis Miranda, Viaje febril al invierno de Guillermo Ruiz. Al igual que la Biblioteca del Bicentenario de Bolivia (BBB) con la presentación de cinco libros de su selecta colección: Espacio urbano y dinámica interétnica de Rossana Barragán, De cuando en cuando Saturnina de Alisson Spedding, Pedagogía y descolonización del Taller de Historia Oral Andina, Revolución en los Andes. La era de Tupac Amaru de Sergio Serulnikov y Cuadernos de reflexión, Neoliberalismos I, II y III del Centro de Investigaciones Sociocomunitarias. Y Kipus, con los libros de Daniel Averanga: Emma contra el reino de las sombras y La puerta.
También cabe mencionar el éxito del sello Libros de la Montaña, que presentó Hasta las últimas consecuencias de Rodrigo Urquiola y, además, tuvo como principales ventas a los siguientes títulos: Ayer el fuego, La memoria invertebrada y El sonido de la muralla.
En cuanto a Nuevo Milenio, sus títulos más vendidos fueron Área protegida de Edmundo Paz Soldán, Asistir al tiempo de Blanca Wiethüchter, Como hierba entrelazada de Roxana Pinelo, y Un montón de pájaros muertos de Gustavo Munckel. Dum Dum editora destacó con De cruceños a cambas: Regionalismo y Nacionalismo Revolucionario en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia (1935-1959) de Hernán Pruden, la reimpresión de Seúl, Sao Pablo de Gabriel Mamani, Memoria solicitada de Blanca Wiethüchter y Yo maté un perro en Rumanía de Claudia Ulloa.
Miramos con entusiasmo hacia la edición 2025 de la FIL, que celebrará el bicentenario de Bolivia. El gran reto será reunir a todas las editoriales del país en un mismo pabellón, para mostrar de manera unificada la riqueza de la producción literaria boliviana.
Fuente: Editorial Nuevo Milenio