Cuento: Las Razones
Gilda ha dejado de llorar. Es el tercer trabajo que pierde éste semestre, no lo puede creer. Piensa que no es justa la vida con ella, acaba de escribir en la pared: “La vida es una cárcel con las puertas abiertas”.
Gilda ha dejado de llorar. Es el tercer trabajo que pierde éste semestre, no lo puede creer. Piensa que no es justa la vida con ella, acaba de escribir en la pared: “La vida es una cárcel con las puertas abiertas”.
Cuadernos de cien hojas Por Wilmer Urrelo La verdad es que no recuerdo muchas cosas sobre mi paso por la primaria, pero si tengo algo más o menos fresco en mi destartalada memoria infantil es el primer día de clases. Dejar el kinder –regentado por simpáticas monjitas españolas– y entrar a las ligas mayores no […]
Los Bowles en Bolivia Por: Pedro Shimose Causan perplejidad algunas decisiones de algunos jurados de algunos concursos. Por ejemplo, cuando se declara desierto el primer premio, distinguiéndose, en cambio, al segundo ganador. No hay primer premio, pero hay segundo premio. ¿Cuál es el canon? ¿Cuál el criterio? Otro ejemplo puede ser la decisión del jurado […]
The alcoholatum cleric of the singani equilibrium Por: Miguel Lundín Peredo Dedicado a Víctor Hugo Viscarra Remigio miraba por la pantalla del computador instalado en el espejo de su auto la localización exacta de los llamados “Sedientos Sensoriales”, enemigos del estado controlado por el Aymarafire. Las imágenes mostraban figuras térmicas que estaban sentadas en el […]