
Hombre en baño María de Cecilia Romero en la Biblioteca de Ecdótica
Un exquisito cuento donde la sutileza está presente. Un cuento que hay que leerlo entre líneas, donde la espera, es una promesa que nunca se cumple.
Un exquisito cuento donde la sutileza está presente. Un cuento que hay que leerlo entre líneas, donde la espera, es una promesa que nunca se cumple.
Con Los vagidos del gato Rosse Marie Caballero amplía el universo de la narrativa escrita por mujeres en Bolivia, explorando las posibilidades de esa siempre fascinante veta de la psiquis femenina: la histeria.
El regalo Por: O. Henry (*) Un dólar y ochenta y siete centavos. Eso era todo. Y sesenta de los centavos estaban en peniques. Peniques ahorrados de a uno y de a dos gritándole al almacenero, al verdulero y al carnicero, hasta que a una le hacía arder las mejillas la silenciosa imputación de avaricia […]
Su piel de cuero sudaba rocío. Gemía erótica su circunferencia y tuvo la certeza que cada tapón le penetraba cada costura.