Benjamín Chávez: ‘Es en el poema donde se tensan las fuerzas del lenguaje’
Por: Miguel Vargas
Cierta perspectiva de eternidad reúne 80 textos de cinco de los libros de Benjamín Chávez, ganador del Premio Nacional de Poesía 2006. Ediciones del Dock, sello argentino que ha publicado a grandes voces de la poesía, sacó a la luz esta antología de la obra del escritor boliviano.
— ¿Cómo surgió la publicación de esta antología en Argentina?
En mayo estuve en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires y ahí conocí a Carlos Pereiro, el director editorial de Ediciones del Dock, una editorial muy prestigiada en el ámbito de los libros de poesía. Nos vimos varias veces y le referí mi sincera admiración por la calidad de sus libros, de diseño y factura impecable, así como, lo más importante, la constelación de autores de su catálogo, pues ahí publicaron (o publican aún) nombres tan importantes como Héctor Viel Temperley, Leónidas Lamborghini, Joaquín Giannuzi, María Teresa Andruetto, Rodolfo Alonso, Andrés Neuman, Laura Yasan, Jorge Boccanera y varios otros.
Pero la posibilidad de publicar en ese sello surgió en realidad cuando yo ya estaba de retorno en La Paz. Carlos Pereiro me escribió contándome que un par de poetas argentinos le habían hablado de mi obra (le habrán hablado bien, supongo, jajaja). Le dije que no tenía un nuevo poemario listo pero que me honraría publicar en su sello y le propuse una antología. Aceptó, quedamos en los detalles técnicos de extensión y estructura y un mes después le envié el texto. Lo leyó Jorge Aulicino, un excelente poeta que es Premio Nacional de Poesía de su país y el director de la colección Pez náufrago de Ediciones del Dock y, tras su aprobación, se hizo la edición bajo el nombre de Cierta perspectiva de eternidad, una frase que tomé prestada del filósofo del siglo XVII, Baruch Spinoza, que figura en su hermoso libro Ética (Parte segunda, Proposición XLIV, Corolario II).
Tuve la suerte de volver a Buenos Aires a participar en el Festival Internacional de Poesía del Centro, la tercera semana de agosto, de tal modo que estuve allí cuando el libro salió.
— ¿Quién realizó el trabajo de selección?
Se trata de una antología personal, es decir que fui yo mismo quien hizo la selección de los poemas para el libro. Anteriormente ya había publicado dos antologías. La primera se llama Manual de contemplación y la publicó Plural editores, aquí en La Paz en 2009. La segunda, Arte menor, la publicó Ediciones Caletita de Monterrey, México en 2014. Todas son muy diferentes entre sí y responden a distintos cortes, miradas o lecturas sobre una misma obra. La primera, que además inició una muy bonita serie de antologías personales de esa casa editora, en la que ya han publicado varios poetas bolivianos muy importantes como Humberto Quino o Cé Mendizábal, es una antología de poemas sueltos, es decir que no está estructurada con base en los poemarios a los que pertenecen, sino que los mezcla, como si de un mazo de cartas se tratase, intentando arrojar una nueva luz sobre los textos y despertar ciertos diálogos y acercamientos a la hora de leer el libro.
Arte menor, en cambio, es más breve y respeta la pertenencia de los poemas a sus respectivos poemarios (abarca siete libros) y los va mostrando con una cronología inversa, es decir que se inicia con el publicado más recientemente y va retrocediendo hasta el primero de ellos que data de 1994.
— ¿Qué obras o periodos de tu trabajo incluye esta antología?
Cierta perspectiva de eternidad abarca una muestra significativa (por la cantidad de poemas, 80 en total) de cinco de mis libros presentados en el siguiente orden: Santo sin devoción (2000), Extramuros (2004), Pequeña librería de viejo (2007), Las invasiones perdidas (2012) y El libro entre los árboles (2013). No abarca todos mis libros ya que tres quedaron fuera, pero creo que muestra una parte medular de mi obra.
— ¿Se podrá ver esta antología en Bolivia, hay interés de algún sello por publicarla?
Bueno, como mencioné, aquí ya publiqué una antología en 2009, además, dos o tres poemarios que figuran en Cierta perspectiva de eternidad, todavía pueden encontrarse en las librerías de nuestro país. Esta nueva antología circulará en Argentina, aunque en La Paz también podrán conseguirse ejemplares y espero que también en otros sitios, además de poder hacer una presentación del libro en breve.
— Aprovechando esta mirada sobre su obra publicada ¿Cómo ha sido la evolución/ crecimiento de su trabajo?
Cuando publiqué Santo sin devoción, nuestro querido y recordado Rubén Vargas señaló que en ese libro estaban presentes, aún en forma embrionaria en algún caso, todos los temas que me interesaban a la hora de escribir. En ese entonces me pareció una exageración de Rubén. Ahora, 18 años después, no deja de asombrarme cuánta razón tenía, porque han sido muy pocos los aspectos nuevos, por así decirlo, de los que me he ocupado al escribir. Uno siempre escribe de las mismas cosas, ya se sabe. Por otro lado, fue también Rubén quien mencionó en su momento un retorno al poema en mi escritura. Un retorno a una forma más convencional de poema, luego de dos libros en los que exploré el poema extenso y el poema mínimo. Cierta perspectiva de eternidad es eso, un conjunto de poemas en ese sentido, en esos términos.
— Si bien ha cultivado otros géneros en su carrera literaria, ¿qué es lo que le decanta a la poesía?
Estoy convencido de que es en el poema donde se tensan las fuerzas del lenguaje y se libran las más duras batallas. Eso me ocurre a mí que también he escrito, y lo sigo haciendo en algunos casos, cuentos, novela, crónica… Valéry decía que el lenguaje es siempre un medio, que todo lo verbal es provisorio y que el poema intenta convertirlo en un fin.
— Existe una idea romántica y bohemia sobre el poeta, ¿cómo es el poeta boliviano de este siglo, de esta década?
Pues como en cualquier ámbito los hay de todo, aunque, obviamente, esas ideas o estereotipos no alcanzan sino a describir a un segmento cada vez más reducido, creo yo, de poetas. En eventos como los festivales de poesía o ciclos de lecturas públicas es posible constatar lo que digo. Hay mucho interés en conocer lo que se escribe en otros lados, en las técnicas de escritura, en intercambiar criterios, en establecer alianzas para eventos y cosas así. Yo veo que los poetas bolivianos trabajan silenciosa pero sostenidamente, y trabajan mucho porque se publica una buena cantidad de poemarios y existen lecturas públicas en varias ciudades del país. Ojalá los lectores sean más cada día.
Fuente: Tendencias