Por Ulises Cabrera
La obra “La cábala coral” del escritor orureño Daniel Averanga ganó el premio de novela Marcelo Quiroga Santa Cruz 2019.
Anunció que próximamente sacará una versión “autoeditada” de su novela premiada y será publicada por Tata Danzanti, una editorial liderada por Averanga y otros destacados escritores paceños.
El escritor nació en Oruro en 1982 y desde hace 30 años vive en El Alto. Es egresado de la Carrera de Ciencias de la Educación de la Universidad Mayor de San Andrés y desde el 2006 se dedica a las letras.
A lo largo de su carrera fue finalista y ganador de varios concursos. Probablemente uno de los más importantes logros que obtuvo fue la mención del XVIII Premio Iberoamericano de Cuento Julio Cortázar 2019.
El escritor habló con Los Tiempos sobre “La cábala coral”, sus proyectos futuros en las letras y otros temas.
– ¿De qué trata o cuál es el trasfondo de “La cábala coral”, la novela con la que obtuviste por segunda vez el premio Marcelo Quiroga Santa Cruz y cómo fue el proceso de creación de esta pieza?
Es una novela coral, o trata de serlo, en medio de una transición de gobiernos. De hecho, es una novela que mezcla sátira y drama y gira en torno a la idea de que no decidimos nada, que el destino lo arman los que tienen el poder. La escribí en tres meses y corregí en casi cuatro años. Me costó el cambio de registros narrativos y por eso creo que es coral, o casi multipolar.
– Varias de tus obras han tenido distintas menciones y premios a lo largo de tu carrera, pero ¿Qué es lo que representa para ti este último galardón y qué experiencia trae a la par?
Esta novela es algo que no hice antes. Soy más adepto al terror. Pero esta vez salió sátira y crítica social. Arderán muchos al ser aludidos. Eso seguro. Sobre todo los historiadores. Una experiencia a la par fue mi cuento “El aburrimiento del Chambi”, que es un cuento cómico.
– ¿Cuáles son los desafíos que enfrentan los escritores contemporáneos del país ante la ausencia del Ministerio de Culturas y de una buena gestión cultural municipal?
Mezclar el oficio con la labor de difusión de nuestros gobiernos es rudo. Triste y rudo. No todos somos de la clase privilegiada para promocionar a cada rato nuestro oficio. Es arduo, pero hay que seguir nomás.
– Las obras de Rodrigo Urquiola, Gabriel Mamani, Carlos Macusaya, Rodrigo Villegas y Averanga salieron de las librerías y ferias convencionales para instalarse en la UMSA, ¿Cuál será el siguiente paso de esta iniciativa?
Conseguir permisos para que los guardias municipales no nos vean como comerciantes ilícitos. Y seguir escribiendo. No queda de otra.
– ¿Cuál es el horizonte al que está apuntando Tata Danzanti, la editorial compartida con tus colegas escritores?
El horizonte de la publicación de calidad desde cultores de las letras genuinos. Tenemos muchos proyectos. Sólo esperamos que pase este gobierno para ver cómo resurge todo. Sea con viejitos o economistas.
– ¿Qué has estado haciendo durante la pandemia y cuáles son los proyectos futuros para tu carrera de escritor?
Cocinando, leyendo y haciendo ejercicio. Escribir muy poco. Necesito comprarme laptop. Con la plata del premio “autoproclamado”, como le digo, me abriré paso. Ya hay proyectos y te aseguro reinventarse será lindo.
Fuente: Los Tiempos