Allá afuera hay monstruos (de Edmundo Paz Soldán)
Por: Salvador Luis
Recientemente, la obra novelística de Edmundo Paz Soldán @edpazsoldan ha hallado una potente vena expresiva en las narraciones de contagio, describiendo la coyuntura contemporánea a través de los filtros de la higienización, la vigilancia y el derramamiento del discurso científico en el ámbito extracientífico. Allá afuera hay monstruos (Editorial Nuevo Milenio, 2021) es el ejemplo más reciente de esta fijación autoral, un texto que al igual que Los días de la peste (2018) medita acerca de la convulsión de la lógica civilizatoria moderna en un mundo que, ya sea por sus políticas o estéticas, ha disgregado ilusiones y lamentos, pasando de la figura de la solidez sistémica a la de la inestabilidad epidémica.
Narrada mediante la franqueza y el asombro de una niña de doce años, la novela de Paz Soldán establece un relato de aprendizaje con matices biopolíticos (aunque por momentos, al aludir al poder de convencimiento de las tecnologías digitales, logra también rozar los tentáculos de la psicopolítica). El estallido de una epidemia dentro de las fronteras de un país colapsado sirve así para representar la falta de alteridad en el estado-nación y la caída de la sociedad del bienestar (el declive de la entidad humanitaria y benéfica), que se consolida cuando los intereses económicos del gobernante de turno buscan la subyugación de la vida de sus ciudadanos al poder de la muerte (atribuida, en parte, a un microorganismo patógeno apodado “el bicho”).
En oposición a esta aniquilación y mercantilización de la vida surge como contrapeso un grupo de resistencia, localizado en la comuna La Estrella, un espacio “fulgente” que simboliza el despertar de la defensa colectiva. Por medio de las percepciones de la niña-narradora observamos episódicamente cómo la dirigente de esta localidad conduce un movimiento social que busca no solo la sobrevivencia en medio de la crisis epidemiológica, sino también la denuncia de una política necrófila y tirana, aquella que antepone la riqueza material a la vida y lo antinatural a lo natural.
Aunque es indudable que Paz Soldán expone en esta novela la inmediatez de la crisis sanitaria que enfrentamos desde 2020: el contexto de infección a gran escala y la monstruosidad de quienes deciden nuestros destinos, Allá afuera hay monstruos, en correspondencia con el archivo del relato de contagio del siglo XXI —cómics como Y: The Last Man (2002) y The Walking Dead (2003) o cintas como Flu (2013) y Bird Box (2018)— logra interpretar no solo el espíritu de nuestros tiempos de inoculación y confinamiento, sino también la manera en que el pánico divide permanentemente a la colectividad, inutilizando en algunas personas el acto de condolencia y el afloramiento de la bondad bioética.
Fuente: Panoptista