Hasbún: “Quiero hacer libros significativos”
Por: Michel Zelada Cabrera
El escritor Rodrigo Hasbún, ganador del Concurso Nacional de Literatura, género novela “Santa Cruz de la Sierra.
Con su obra “El lugar del cuerpo”, Rodrigo Hasbún ganó la décima versión del Premio Nacional de Literatura “Santa Cruz de la Sierra”, en la categoría de novela
“Rodrigo Hasbún: recuerden ese nombre. Si es verdad que en el principio está el final, entonces tenemos sobradas razones para celebrar”. Así escribía Edmundo Paz Soldán en la contratapa de “Cinco”, libro de cuentos de Hasbún.
Y no pasó mucho tiempo para que la premonición de Paz Soldán se cumpla, ahora Hasbún ya tiene otro galardón otorgado por la décima versión del Premio Nacional de Literatura “Santa Cruz de la Sierra”, en el género de novela por su obra “El lugar del cuerpo”.
Y si de premoniciones se trata, podemos ir más atrás, al 2000, cuando editorial Nuevo Milenio publicó una antología de cuentos de escritores menores de 40 años. Por entonces Hasbún no llegaba a los 20 y con su relato “Sólo nombre” ya inauguraba una novedosa y revolucionaria técnica de escritura que iría cultivando hasta conseguir un premio nacional en cuento en 2002 (también otorgado en Santa Cruz) y llegar a finalista en dos versiones del concurso “Franz Tamayo”.
En “El lugar del cuerpo”, el personaje principal es Elena, una anciana enferma que mira hacia atrás e intenta entender su vida antes de desaparecer. La mejor manera que encuentra de hacerlo, puesto que es escritora, es intentando escribir su vida, abordando algunos momentos que ella considera importantes.
Así resume Hasbún la trama de su galardonada obra, “básicamente el libro gira alrededor de eso. De todas maneras, más que la historia o que algunos temas que se las arreglan para estar presentes, me gustaría creer que el riesgo formal y narrativo son la verdadera apuesta”, asegura el escritor.
Pero dejemos que, una vez publicada, la propia novela se cuente a sí misma, sin embargo, les ofrecemos un fragmento (ver cuadro) de la obra que Hasbún nos envío gentilmente. No hay duda que es el anuncio de una gran novela.
En tanto, conozcamos un poco más a este joven escritor que está avanzando a pasos agigantados por los escarpados senderos de la buena literatura.
– ¿Qué importancia tiene para un escritor ganar un concurso literario?
– Es importante en la medida que ayuda a difundir su literatura. Y la remuneración económica aligera la necesidad de buscar o mantener trabajos que generalmente se roban la energía.
Para construir algo grande, más allá del talento, se requieren ciertas condiciones. A menudo, sobre todo en países como el nuestro, las imposiciones de la realidad las dificultan.
Hay mucha gente que ha escrito libros enormes en circunstancias lamentables, por supuesto Kafka y T. S. Elliot eran oficinistas, Carver hizo de todo. ¿En circunstancias más amables habrían llegado menos o más lejos? ¿Y Proust habría podido escribir “En busca del tiempo perdido” en circunstancias menos amables? ¿Philip Roth o Javier Marías podrían escribir tanto y tan bien si se vieran obligados a dedicarle ocho o diez horas al día a trabajos ajenos? A mí, por lo pronto, el premio me permitirá tener un año más ligero en el que la literatura siga siendo la prioridad. Meses en los que pueda dedicarle exclusivamente a la escritura buena parte de mi tiempo.
– Se conocía tu trabajo más como cuentista que como novelista, cuándo ingresaste a este tipo de narrativa (la novelística).
Hace mucho tiempo que vengo intentando. Ésta, de hecho, que será la primera novelita que publico, empecé a escribirla hace tres años y la terminé hace unos dos. Tengo una más larga guardada en la máquina y varios intentos fallidos.
– Tomando en cuenta tu propio trabajo, qué diferencias podrías mencionar en hacer un cuento y hacer una novela.
– La novela, por su extensión, necesita una mayor continuidad, rutinas exigentes. Resulta más difícil mantener el ritmo y la cadencia, no dejar que la voz se te vaya o que aparezcan incoherencias y contradicciones. Atrapar al lector, agarrarlo, no dejarlo escapar, también resulta más difícil. El cuento suele ser espontáneo y fulminante. Son géneros que respiran diferente y que apuntan a lugares distintos.
– Menciona tres elementos importantes que requiere un escritor de tu generación para sentirse cómodo y emprender la escritura de un buen cuento
– A mí me gusta escribir tomando muchísimo café, una taza tras otra, pero eso no asegura que lo que salga sea bueno. ¿Qué lo asegura? Nada. Simplemente hay días mejores que otros, diez páginas que no sirven al lado de una que logra sobrevivir. Pero eso me parece que no está determinado tanto por los elementos exteriores que mencionas, sino más bien por algo interior. Una predisposición o necesidad, la persistencia y la obsesión, la valentía sostenida.
– Viajas mucho, ¿Tiene que ver con tu quehacer literario?
– Viajar me permite estar más al tanto de lo que sucede afuera, la maleta siempre vuelve llena de libros. Pero no es sólo eso. Dar un paso atrás, irse lejos por un tiempo, propicia una perspectiva distinta, distancias que casi siempre terminan siendo saludables.
08/29/2007 por Marcelo Paz Soldan