Las visiones, de Edmundo Paz Soldán
Por: Cristina Monteoliva
En literatura, podemos acercarnos a los universos distópicos de distintas maneras: a través de novelas (extensas o no), con cuentos que aborden algún aspecto de estos mundos ficticios futuros o recopilando en un libro una colección de relatos que nos den buena cuenta de todos los aspectos que le preocupan al autor de ese futuro imperfecto que imagina. Un buen ejemplo de libro distópico de relatos que giran en torno a una misma isla imaginaria, futura y nada perfecta es Las visiones, el último libro de Edmundo Paz Soldán publicado por Editorial Nuevo Milenio.
Las visiones es un volumen compuesto por un total de quince relatos. Ya que todos ellos tienen lugar en la isla imaginaria de Iris, en un futuro no muy lejano, y existen muchos elementos comunes en todos ellos (personajes, mitos, oficios, vegetación, ciudades, etc), yo diría que más que un libro de cuentos se trata de una novela fragmentaria en la que cada capítulo podría leerse fuera del volumen de forma independiente, aunque todos y cada uno de ellos adquieren mayor fuerza y significado cuando los encontramos precisamente juntos, en este libro, y en el orden establecido por el autor.
En este libro hay relatos escritos en primera, segunda y tercera persona, lo que hace de la lectura una experiencia más variada, rica en matices y global. Sea cual sea la voz que habla, sin embargo, siempre encontraremos una forma de expresarse común, llena de vocablos y expresiones coloquiales, supuestamente propias del lugar en el que tienen lugar las aventuras, y sobre todo desventuras, de los personajes protagonistas.
Iris, el lugar donde todo sucede, es una isla exótica colonizada por los pieloscura. Aunque la radiación que contaminó el ambiente hace tiempo que fue erradicada, todavía persisten algunos de sus nocivos efectos. La vegetación y los animales son exóticos en esta isla (algunos ha sido modificado genéticamente para adaptarse mejor a las necesidades de los pobladores). Los dioses locales, muy temibles. Los pobres se encomiendan a ellos para salir adelante. Algunos deciden dejar a sus hijos enfermos en sus monasterios. Hay soldados con potentes armas, jueces que imponen la justicia a su manera con tal de controlar a la población indígena, rebeldes que luchan por una libertad que se ve muy lejana. Los médicos crean potentes drogas antes de alcanzar la locura mientras que algunas personas llegan a ser consideradas artificiales tras graves accidentes. Los drones siempre andan al acecho, y al final, ¿quién puede escapar de las terribles visiones?
Y es que Las visiones es el nombre del libro, el nombre del primero de los relatos, pero también el mayor nexo de unión entre todos y cada uno de los habitantes de esta exótica isla. Visiones por drogas, por la locura, por fenómenos paranormales, por estar al borde de la muerte…: todas ellas habitan en este libro de atmósfera penetrante, inquietante: aterradora.
Las visiones suelen ir acompañadas por el miedo. Porque, no nos engañemos: Iris puede resultar un lugar idílico, pero en cuanto te empiezas a conocerla, te das cuenta de que todo entraña un peligro en esta isla. Para uno mismo o para los seres queridos, da igual: al final siempre alguien sale herido, cuando no acaba muerto.
Llama la atención que en esta sociedad futura los dioses estén tan presentes, tanto el cristiano, traído por los pieloscuras, como los locales, así como los demonios. Muchos de estos relatos nos hablan de ellos, de lo que pueden hacer cuando se enfadan, de lo que harían para ayudar a los que creen en ellos; de los numerosos monasterios y templos que pueblan la isla, con funciones distintas. Pero, ¿dónde se supone que están los dioses cuando los pobladores de Iris más los necesitan?
Las visiones, en resumen, es un libro de relatos o novela fragmentaria que nos habla de una sociedad futura imperfecta y temible, a la vez que atrayente. Las historias de este libro no solo entretienen y hacen soñar con esa isla maldita llamada Iris, sino que también invitan al lector a preguntarse por lo que somos ahora, por lo que seremos en un futuro: en lo que podríamos hacer por no llegar a convertirnos en los personajes que pueblan estas páginas. La pregunta es: ¿te atreves a viajar a Iris y conocer todos sus secretos? Si eres amante del buen relato de ciencia ficción distópico, ¡ni te lo pienses!
Fuente: laorilladelasletras.blogspot.com.