Apuntes sobre Telón lento
Por: Omar Rocha Velasco
– Percibo últimamente ciertos afanes por (re) volver al archivo, es como haber (re) descubierto una veta inagotable que remite inevitablemente al pasado literario y obliga a hurgar papeles amarillos, enfrentar manuscritos, buscar fotos, agotar catálogos, molestar bibliotecarios y quitar el sonido a las cámaras. Estos afanes van a contrapelo de la veneración del presente inmediato que pretende, a como dé lugar, vindicar lo nuevo, lo novedoso, lo último y lo porvenir.
– Me parece que esta tensión, vieja ya, logra su mejor resolución, mucho antes que los afanes se dejen percibir, en la solapa de la colección Papeles de Antaño de la editorial La Mariposa Mundial: “Cada generación de lectores lee en su pasado; palabras vueltas a prender, papeles avivados, en suma, la invención de una tradición que no es solo herencia sino también futuridad. (…) A ese horizonte mira la colección Papeles de Antaño; quiere ser la morada de aquellos libros escritos en esta tierra, en otro presente que torna: “Ogaño-Antaño-Ogaño”.
– En esta pendulación los libros Nonato Lyra (2014) y Telón lento (2016), editados por Rodolfo Ortiz, son trabajos pioneros de “edición genética” y “crítica genética”: la crítica genética es una política de lectura, en lugar de enfrentarse con textos acabados y finiquitados e interrogarse sobre los efectos de lectura, interroga la escritura desde el movimiento que la ha engendrado.
– Editar e interpretar procesos de escritura son dos actividades complementarias: editar materiales de génesis representa una propuesta de lectura, pero con ello se está adelantando una interpretación.
– En tanto la edición crítica se propone ofrecer un texto para la lectura, la edición genética tiene por objetivo central dar a conocer el proceso.
– Hay tres tipos principales de ediciones genéticas: las ediciones facsimilares, las ediciones genéticas en formato de papel (Nonato Lyra y Telón lento, por ejemplo) y las ediciones genéticas en soporte electrónico (que están incrementándose progresivamente)
– Estos son los pasos más importantes para una edición genética:
Transcripción de todos los documentos genéticos de una obra por orden cronológico (incluidas las notas de documentación, los planes y los bosquejos).
Notas críticas acerca de los aspectos que no son directamente aprehensibles para el lector (trazo, tachadura, vacilación, ausencia de texto por deterioro, etc.).
Un estudio preliminar en el que se describa el corpus genético (localización, características materiales, etc.).
– En definitiva, la escritura es siempre un proceso inacabado, una intensidad que da lugar primordial a los vestigios, residuos y preliminares.
– Así las cosas, Telón lento es la edición genética de una carta de Arturo Borda a Carlos Medinaceli. Se da a conocer dos de las tres versiones (hay una cuarta que Ortiz considera “más una” impresión de una transcripción parcial de una de las versiones anteriores). El libro contiene una nota editorial, un estudio introductorio, una transcripción lineal de las versiones A y B, los facsímiles de las versiones A y B y el texto establecido de las versiones A y B. Menudo trabajo de lupa y anotación.
– La carta parte de una escena cultural (puesta en acto que sintetiza un momento determinado de la historia o incluso una época): el encuentro de Carlos Medinaceli y Arturo Borda, nada más y nada menos que a bordo de un tren a punto de partir. Es la reunión de dos tremendos escritores con proyectos destinados al “fracaso”, como dice Ortiz en el estudio introductorio, cuya potencia, sin embargo, está en la destinación futura de esa carta, mucho tiempo después de que ese tren partiera (esto de mi propio coleto).
– La carta está divida en dos actos por la firma de Arturo Borda, uno de los aportes interpretativos de la edición genética, en este caso, es análisis de tiempos verbales y pequeñas variaciones entre ambas versiones publicadas, es mostrar el carácter teatral que Borda quiere dar a esta carta que sabía tenía un destino público.
– Borda agradece a Medinaceli los juicios sobre El Loco, lo reconoce como lector, cuenta cuándo y hasta cuándo escribió esa obra, habla de Gesta Bárbara el Círculo Inti, muestra sus dudas y vacilaciones, escribe, reescribe, tacha, repite, redunda…
– De acuerdo a Derrida un mal radical habita al archivo, actúa en el conjunto de operaciones de custodia, conservación e interpretación, es decir, en los modos en que se establece una relación con el tiempo, con la memoria y con el olvido. Se trata de una pulsión de archivo, pulsión de conservarlo todo, de registrar cada detalle, de no permitir que ningún testimonio, documento y monumento se pierdan; es una pasión social por guardar y conservar todo rastro, todo resto, toda huella, de evitar que el tiempo se extravíe. Es una pulsión de muerte que habita el propio archivo en su afán de archivar.
– Este libro es una muestra de un proceso inverso, serio y generoso: el arte de desarchivar.
Fuente: Letra Siete