04/24/2008 por Marcelo Paz Soldan
Dos relatos de dos bolivianos en "Ser abuelo"

Dos relatos de dos bolivianos en "Ser abuelo"

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Un internacional “Ser abuelo” incluye relatos de 2 bolivianos
(El Club abuelos lanzó desde España un certamen literario internacional. En la antología resultante, de 11 tomos, figuran los cuentos de Érika Bruzonic y Víctor Montoya).
Club abuelos, un grupo literario español que agrupa a personas que tienen nietos y que escriben de todo, menos sobre ellos, organizaron un concurso internacional. Mucha gente envió sus obras en cuento y poesía, con el tema único de los abuelos. Dos bolivianos —Érika Bruzonic y Víctor Montoya— han sido incluidos en la antología resultante que tiene 11 tomos.
Los responsables de que los libros lleguen a los lectores son Literandos Editores, otro grupo de escritores unidos para ayudar a quienes no tienen acceso a las grandes editoriales. La base se encuentra en Israel y Argentina, mientras que la edición se hace en España, explica Enrique Epelbon, de Literandos.
Bruzonic, radicada en La Paz, escribió el cuento Sobre Sara, que en un fragmento dice:
“Mientras mamá trabajaba, Sara era la que me bañaba por las mañanas y peinaba pacientemente cada rizo, cada onda de mi cabellera rubia y rebelde. Luego me sentaba al sol, me daba de comer huevos pasados por agua con trozos pequeños de pan que ella mojaba en la yema y me contaba cuentos y siempre estaba ocupada. Cocinaba, lavaba, planchaba, limpiaba la casa hasta dejarla “como un anís” —nunca entendí esa expresión tan suya. Me cosía vestidos “de diario” para que no echara a perder mi “ropa buena” al jugar. También me enseñó a leer apenas cumplí tres años. Hoy, treinta años después, continúa ocupada: cocina, lava, plancha. También cuida de mí. Sus llamadas semanales son un ritual.
—Hola, hija. ¿Estás ocupada?
—Hmmmm, sí. ¿Por qué?
Sí. ¿Por qué también yo estoy siempre ocupada cuando ella me llama?
—Es que he comprado manzanas —te gustan tanto— y quería llevarte algunas ahora…
—Bueno, tampoco estaba haciendo gran cosa. Te espero”.
Víctor Montoya, boliviano residente en Suecia, escribió sobre un abuelo minero. El relato titulado El castigo del Tío comienza de esta manera:
“—Las desgracias nunca vienen solas— dijo mi abuelo. Se alisó los bigotes, se pasó la mano por la frente y prosiguió—Hay quienes dicen que mi enfermedad es el castigo del diablo. Yo reaccioné como pateado por una corriente eléctrica. Recogí el aliento y pregunté en tono de admiración:
—¿Y quién es el diablo?
—Es el Tío de la mina. El dueño de los minerales y el amo de los mineros…
Me quedé callado y pensativo.
Mi abuelo era de complexión delgada y estatura mediana; tenía los bigotes espesos y aspecto de patriarca; la camisa gris hacía juego con sus canas y los botones con sus ojos claros, pequeños pero vivaces
—Los mineros son supersticiosos— dijo, echándome una mirada furtiva—. Le temen al Tío más que al capataz de la mina (…)
Me senté (…) y esperé que mi abuelo continuara hablando. Pero pasó el tiempo y no dijo nada, hasta que le pregunté si acaso era cierto que él vio el espíritu del Tío…”.
La antología tiene dos tomos de poesía y nueve de relatos. Los impulsores del concurso han agradecido al más de centenar de participantes, incluidos en la publicación o no, “que con mucho nivel han sabido trasladar con la palabra escrita la nobleza y la gratitud hacia los abuelos, como así aquellos que escribieron sobre los nietos, figuras inseparables”. Ser abuelo. Varios autores. Club Abuelos. Literandos Editores. Los textos se pueden revisar en http://freewebs.com/literandos/
Fuente: www.la-razon.com