04/21/2008 por Marcelo Paz Soldan
Las memorias de la temperatura

Las memorias de la temperatura

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Las memorias de la temperatura
Por: Chino Navarro (luisrosby@yahoo.com.ar)

Leer a Guillermo Bedregal García es develar el trayecto del ser recorriendo las memorias de la temperatura, el contacto con los seres, con las cosas, en fin, con el mundo. Se revela en la distancia ese tacto en el que las aves y los olores recuperan el movimiento perpetuo donde han quedado detenidos. Sale entonces la ciudad a abrigarnos con la temperatura del frío, transparentando el delirio de las formas para cristalizarse en la densa presencia de sus pasos.
Ningún poeta como Bedregal ha logrado nombrar la temperatura del mundo, ese calor que hiela nuestro corazón en percepciones que arden, ese deseo de ser nada para elevarse a la magnitud de un ser humano, descentrando la máquina de las revelaciones para encontrarse en la elocuencia de una gota de agua perforando el desgastado lecho de lo real. Marinero funámbulo, seducido por el vértigo deseoso del abismo y del azar, Bedregal recorre su vida y su ciudad, “desde la extensión de la altura donde parte a abrazarse a los vacíos que la forjan, para que tú seas tú y yo sea yo, y al mismo tiempo no seamos nada”, como él mismo dice en La ciudad desde la altura
Junto con Edmundo Camargo, Bedregal nos acerca a esa memoria perdida del ser y del mundo, memoria extraviada porque todavía hay un rostro, un espejo que tiraniza nuestros sueños.
Fuente: www.opinion.com
Foto: http://islakokotero.blogsome.com/category/pablo-carranza-giotto/