René Poppe responde: ¿Cuáles son las 10 mejores novelas de la literatura boliviana?
René Poppe (La Paz, 1943) es novelista, cuentista y antologador. Es el autor de algunos clásicos de la literatura minera boliviana: La khola (1975), El paraje del río y otros relatos mineros (1979), Cuentos mineros (1985) e Interior mina (1986). En 1983, respondió a una encuesta de Carlos Mesa sobre “las 10 mejores novelas de la literatura boliviana”. Esta fue su selección:
1. Historia de la Villa Imperial de Potosí (1736). Bartolomé Arzáns de Orsúa y Vela. Novela hasta hoy insuperada en América. Meritoria además por su intención de abarcar la totalidad del mundo de su época y universalizar ese mundo.
2. Juan de la Rosa (1884). Nataniel Aguirre. El iniciador republicano de la gran novela boliviana y de su vertiente histórica.
3. Páginas bárbaras (1913). Jaime Mendoza. Inauguró la idea de la naturaleza (la selva) como devoradora del hombre.
4. Más allá del horizonte (1951). Joaquín Aguirre Lavayén. De excelencia itinerante, de gran escritura y estructuración.
5. Caucho (1938). Diómedes de Pereira. Novela sobre el oro cuajado y sobre la esclavitud que produce en el siringuero.
6. El monte negro [The Black Mountain] (1933). Alan Hillgath. Porque insiste en la vuelta al mundo cultural andino en una época de desprecio y explotación del indígena. También por su formidable cuestionamiento al régimen liberal.
7. Aluvión de fuego (1935). Óscar Cerruto. Por su intención de querer abarcar o postular la totalidad conflictiva de la realidad boliviana.
8. Aguafuertes (1928). Roberto Leitón. Por su prosa, que se adelanta con mucho al tratamiento actual de la escritura y porque expresa plenamente el derrumbe de un mundo burgués que carece de ideas vitales.
9. Yahuarninchij (1959). Jesús Lara. El primero –y hasta hoy el único– retrato del nuevo modo de explotación surgido en el campo después de la reforma agraria.
10. Felipe Delgado (1979). Jaime Saenz. Por su escritura poética, el diseño de una ciudad y por la exploración de temáticas paceñas inéditas en la novela boliviana.
Fuente: Nueva Crónica Nº 144