Ensayo sobre la tristeza
Derechos Humanos y problemas de trata de personas en Bolivia
Les informamos que tenemos disponible el “Ensayo sobre la tristeza” Derechos Humanos y problemas de trata de personas en Bolivia de Franco Gamboa y Pamela Alcocer, para su descarga gratuita en nuestra biblioteca.
Esta investigación de Franco Gamboa y Pamela Alcocer analiza cómo la trata de personas fue convirtiéndose en un símbolo que representa el deterioro cosificado de los Derechos Humanos en Bolivia. Esto significa que cualquier delincuente relacionado con la venta de personas, el ejercicio del proxenetismo o los hombres que buscan su satisfacción sexual aprovechándose de la trata, han reducido toda consideración humana al estatus de una cosa u objeto que puede ser comerciado en el mercado, no solamente como una mercancía más, sino con el aditamento de evitar que la ley y el accionar del Estado protejan los derechos de las víctimas de este delito.
El deterioro cosificado de los Derechos Humanos es una demostración de dominación de los delincuentes que creyéndose fuertes, miran a los débiles como cosas manipulables e inferiores, apareciendo así una tendencia horrenda hacia el ejercicio moderno de la esclavitud. La trata de personas es un delito de discriminación y lesa humanidad, el cual contiene varios aspectos pero, básicamente, se refiere a la comercialización de los seres humanos, ya sean hombres, mujeres o niños donde se evidencia una sistemática crueldad con diferentes tipos de violencia. En varias situaciones, dicha comercialización abre el paso para desbaratar diferentes mecanismos de trata, desde la captación de personas hasta el transporte, acogida o recepción de las víctimas.
Lo más importante es combatir la violencia física u otras formas de coacción que llegan inclusive a manifestar formas contemporáneas de esclavitud humana. Además, el problema debe dividirse entre la trata que se refiere directamente a la instrumentalización de una persona con fines de explotación para obtener provecho propio o de un tercero, utilizando la coerción o la limitación de la libertad individual a través de diferentes métodos; mientras que el tráfico está vinculado con las migraciones internacionales de miles de personas, las cuales son humilladas por su condición de extranjeras, al mismo tiempo que se las sojuzga en trabajos degradantes.
Prácticamente todos los fenómenos de trata y tráfico humano afectan particularmente a los niños, niñas, adolescentes y mujeres jóvenes, aproximadamente entre los ocho y veinticinco años de edad, transformándolos en objetos de lo indigno. La degradación sexual a la que son sometidas las víctimas es, de hecho, una cosificación y los engaños para la esclavitud laboral les quita todo valor como personas con un derecho mínimo a condiciones de vida favorables, sujetas a un salario que sea el reconocimiento del valor de su trabajo. Estas condiciones verifican la violación sistemática de los Derechos Humanos, junto con el mantenimiento de diversas formas de servidumbre.
La trata de personas expresa, simultáneamente, una profunda crisis institucional y problemas de credibilidad existentes en organismos representativos como el Defensor del Pueblo y la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB), que tampoco actúan clara y oportunamente para responder a los casos de desapariciones, las cuales van multiplicándose de manera incesante. La trata y tráfico cosifica a cualquier ser humano, perdiéndose de vista o destruyéndose el reconocimiento previo de su calidad como personas. La cosificación es un concepto que significa negar o echar por tierra la dignidad de cualquier ciudadano como ser humano para reducirlo a la condición de una cosa sin derechos y subordinado a la violencia o el abuso. Las relaciones entre todos los personajes implicados en los delitos de trata poseen una fuerte percepción de los ciudadanos como objetos. Los victimadores ven a la víctima, únicamente como un medio de lucro, placer o herramienta para conseguir dinero. Sin importar cuál sea el trato que reciba la víctima, ésta tiene una sola función: la de satisfacer los deseos de los victimadores en cuanto a la rentabilidad que pueden proveer muchas mujeres, niños, niñas y adolescentes. Las víctimas, sobre todo aquellas que se encuentran en situaciones de carestía, no toman parte consciente de sus actos al considerar como un trabajo, algo que en realidad es explotación o esclavitud. Del mismo modo, los victimadores no consideran esto un delito, sino una oportunidad para enriquecerse a costa del sufrimiento de terceras personas.
Por lo tanto, este estudio reflexiona también sobre el contexto ambiguo y cambiante en que se encuentran las formas de realizar un activismo específico a favor de los Derechos Humanos. La trata de personas en grandes centros urbanos como las ciudades de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, muestra la proliferación de una serie de amenazas que malogran constantemente la calidad de los Derechos Humanos en el actual sistema democrático.
Puedes descargar el “Ensayo sobre la tristeza” Derechos Humanos y problemas de trata de personas en Bolivia” en PDF haciendo click aquí.
Fuente: Ecdotica