09/27/2013 por Marcelo Paz Soldan
Róger Otero Lorent: “para meter un gol hay que patear al arco varias veces”

Róger Otero Lorent: “para meter un gol hay que patear al arco varias veces”

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Róger Otero Lorent: “para meter un gol hay que patear al arco varias veces”
Entrevista a Róger Otero Lorent
Por: Marcelo Suárez Ramírez

En su escritorio de la editorial La Hoguera, Róger Otero Lorent habla de Los acertijos de Glenda, novela que le valió ganar por séptima vez el Concurso Nacional de Literatura Santa Cruz de la Sierra.
¿Qué encontramos en Los acertijos de Glenda?
Encontramos a un estudiante de secundaria que se enamora de la chica más linda del colegio. Ella utiliza un poder para tratar de resolver acertijos que la llevan al pasado de su familia. Esta novela fue el resultado de una pausa creativa entre Lo bonito de ser feos, Mirá el pajarito y decí whisky y Bullying, es decir, son obras que las escribí al mismo tiempo. Por eso es que encontramos también la temática juvenil y policial, dos ámbitos y estructuras de la novela que vengo estudiando desde hace un tiempo. Mi método de trabajo es tratar de divertirme cuando escribo, más allá de que me gano la vida de esta forma y al mismo tiempo me refresca, me oxigena y me apasiona.
¿No corrés el riesgo de repetirte con ese método?
Trato de tener muy claro desde dónde y hacia dónde voy cuando elaboro las historias. Puede ser que se perciban síntomas de una misma obra en todos estos trabajos que te nombré, pero tengo mucho cuidado de hacer un diseño pauteado de la trama. Después desarrollo cada paso de ese pauteo. En el camino pueden pasar muchas cosas
¿Qué te interesa del género policial?
Me interesa la estructura narrativa, la cual no es exclusiva del policial, sino que se ve en otros ámbitos. En esta estructura la figura no siempre es un policía, sino un personaje que intenta esclarecer un hecho, un misterio o una verdad oculta.
¿Te gusta que te identifiquen como un escritor para jóvenes?
Cuando escribí Lo bonito de ser feos, la intención era contar una historia de adolescentes, no convertirme en un autor para jóvenes ni que me reconozcan como tal. El acto de escribir es egoísta, porque uno está solo con su imaginación. Nadie te dice cómo usar las reglas del juego, uno tiene que ser muy autocrítico y saber manejar el ego. Si uno tiene que contar una historia juvenil, porque es lo que tiene que contar en ese momento, entonces hay que hacerlo de la forma más nítida y más fiel al género. Uno no puede agarrarse de todo lo que observan los demás.
¿Manejar el ego también implica saber qué hacer después de ganar siete premios?
El escritor que publica debe saber a lo que se expone. Uno tiene que quedarse de espectador y ser consciente de lo que puede venir. Todo autor tiene su ego, de lo contrario no publicaría, de eso se trata. Cuando presento una obra a un concurso no lo hago solo con la intención de ganar dinero, aunque te mentiría si te digo que no me interesa el monto económico, porque de ser así tendría que devolver el premio o donarlo.
¿Te parece normal haber ganado tantas veces el Concurso Nacional de Literatura Santa Cruz de la Sierra?
Me he presentado más veces de lo que la gente piensa. Porque para meter un gol uno tiene que patear al arco varias veces. Cada vez que me presento al concurso siempre tengo el temor de no ganarlo, pero siempre participo con el convencimiento de que lo voy a ganar. Si no, no participara.
¿Qué te dice el hecho de que a los 32 años ya tengás 11 libros publicados?
Creo que me apresuré un poco con mis primeros trabajos. Algunos de ellos los he pulido, pero no los he podido reditar. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que mis 11 libros no son de 400 páginas. Hay algunos que son de 70, 60 o menos. Es relativo ver esta cuestión desde el punto de vista cuantitativo porque mi naturaleza es de escritor. Vivo de esto, trabajo como editor y además escribo.
¿Cuánto ha influido ser el nieto de Raúl Otero Reiche?
Influyó primero en mi padre (Róger Otero). Yo no conocí a mi abuelo, el murió antes de que yo naciera, pero el único que le siguió los pasos fue mi padre y luego yo lo seguí a él. No te voy a mentir que, de alguna forma, ha influido para que me reconozcan o me consideren en algunos eventos. Pero eso no ha pesado de ninguna manera en el aspecto laboral o en los concursos.
Fuente: Brújula