Conquista: la novela histórica renace en Barahona
Adhemar Manjón
La entrevista se realizó en el hostal donde transcurre gran parte de la primera novela de María del Rosario Barahona, Huésped, con la que llegó a ser finalista en el Premio Nacional de Novela en 2004. “Huésped la empecé a escribir como a los 25 o 26 años, y la trabajé durante mucho tiempo”, dijo la autora, que explicó que esta novela es muy contemporánea, ambientada en la Guerra del Gas ocurrida en Bolivia en 2003 durante la presidencia de Gonzalo Sánchez de Lozada. Trata acerca del viaje de una periodista boliviana afincada en Tarragona, España, que vuelve a su país para entrevistar a cuatro mujeres destacadas: dos artistas plásticas, una escritora y otra actriz de teatro, luego empiezan los desmanes y ella queda atrapada en el país.
Diez años después, Barahona, de 39 años, sí pudo obtener este premio con un trabajo muy diferente al anterior, una novela histórica titulada Y en el fondo tu ausencia, y así se convirtió en la segunda mujer en ganarlo desde que fuera instituido en 1998. Antes lo había obtenido Luisa Fernanda Siles con El agorero de sal (2006).
Primeros años
“Yo leo de toda la vida. Llevo a cuestas el vicio de la lectura y de la escritura”, contó Barahona y mencionó también que desde muy niña empezó a leer los grandes autores clásicos y los libros de la mitología griega. El primer libro ‘serio’ que leyó fue La Eneida, de Virgilio, un regalo de su padre cuando ella tenía 10 años y que le gustó mucho.
“Mi primer trabajo literario fue un cuento de Navidad que lo escribí como a los 11 o 12 años. Lo que pasa es que fui una ávida lectora y la monjita encargada de la biblioteca de mi colegio se esmeraba en atiborrarme de lecturas porque veía que yo leía muy rápido; entonces, creo que de ahí nació mi imaginación y también de mi entorno familiar”.
Después, en su adolescencia, cuando tenía 15 años, empezó a escribir poemas con temática existencialista, y ya en su juventud se encontró con los autores del boom latinoamericano, quienes la marcaron bastante en su trabajo literario, de hecho, la historiadora de profesión mencionó en una anterior nota a EL DEBER que se declaraba una “hija del realismo mágico”, con García Márquez como uno de sus autores favoritos.
La novela ganadora
Una investigación sobre el padre Josep de Suero Gonzáles, que vivió en la época de la Audiencia de Charcas en el siglo XVIII, fue el punto de partida para Y en el fondo tu ausencia, novela cuyo primer borrador fue escrito en dos meses, pero fue todo un trabajo de tres años lo que costó finalizarla. “Me parecieron interesantes las vivencias y todo lo que yo iba descubriendo poco a poco acerca de mi personaje y de otros vinculados con él en este contexto”, remarcó Barahona, y agregó: “Creo que eran los propios personajes que desde el siglo XVIII me buscaban para que yo pueda escribir y transmitir sus vivencias, transmitir cómo había sido su vida, rescatarlos del pasado, rescatarlos del olvido, del mundo de los muertos”. Durante el proceso de escritura del texto, Barahona leía para inspirarse Cien años de soledad de García Márquez, La piel del cielo de Elena Poniatowska y también obras de Laura Restrepo y de Constance Heaven, a quien releyó mucho esos años.
La escritora dijo que ganar este premio le ha facilitado un poco las cosas, ahora tiene más oportunidades para seguir escribiendo, y con el monto económico que le fue otorgado piensa realizar un postgrado en literatura o quizás en historia.
El presente
La literatura y la historia conviven en María del Rosario, ella comentó que le gustaría realizar otra obra con un contexto histórico: “Creo que eso es lo mío. Esta última novela me ha ayudado a descubrir eso, aunque creo que en el fondo de mí ya lo sabía, pero a veces es difícil comprender lo que está muy en el fondo de ti”.
Sobre la actualidad de la literatura boliviana dijo: “Hay más participación de escritores y mayor participación de escritores jóvenes, lo que me parece excelente”
Protagonista
María del Rosario Barahona, toda una vida investigando
Rosario Barahona nació el 22 de septiembre de 1974 en Sucre. Es divorciada y tiene tres hijos. Estudió Narrativa Contemporáne en la Universidad Andina. Se graduó como historiadora en la Universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca. Realiza consultorías independientes de Historia. Actualmente desarrolla un tema de género en el siglo XVIII y principios del siglo XIX, en el espacio platense. Su vida transcurre entre los libros de historia y las novelas de ficción. Le gustan las películas de suspenso y disfruta de salir a pasear con sus amigos por y sus familiares.
“Bolivia necesita literatura femenina”
“En el balance historiográfico que me tocó hacer para trabajar el tema del MIR, me encontré con que son muchos los cientistas sociales que escribieron sobre el partido: politólogos, sociólogos, filósofos, excepto historiadores, eso es lo que me había llamado la atención (la única excepción es la historiadora Irma Lorini que trabajó sobre el MIR en 1989) y a partir de allí me hice una idea de quiénés escribían qué cosas y por qué . Es decir, esta experiencia ‘científica’ me llevó a repensar en la actual literatura nacional en cuanto a lo que se puede llamar digamos, ‘literatura femenina’. Un simple ejemplo: en el ámbito académico de la historia, los nombres de las historiadoras lo dicen todo, Rossana Barragán o Esther Aillón, para los espacios paceños, Paula Peña en Santa Cruz y Ana María Lema y Paola Revilla, para Sucre. Sin embargo, esto es lo que falta en el ámbito literario: que las mujeres marquemos presencia, ser más competitivas también en lo literario-intelectual y no solo para los concursos de belleza”, afirmó.
Fuente: El deber